El presidente de Polonia, Lech Kaczynski, y su homólogo francés, Nicolas Sarkozy, coincidieron en afirmar que en la próxima cumbre de la Unión Europea se conseguirá un compromiso para desbloquear el Tratado Constitucional. «Polonia no quiere quedarse aislada ni estar sola. Lo que quiere es que se logre un compromiso bueno para todos los miembros de la UE y que nadie se sienta defraudado», declaró Kaczynski tras la reunión con Sarkozy.

«Para nosotros el sistema de votación en el Consejo Europeo, basado en la raíz cuadrada de la cifra de habitantes de cada país miembro, es mucho más democrático que el sistema de la doble mayoría que se propone en el Tratado Constitucional», añadió. Para el mandatario polaco, «es comprensible que Alemania, que tiene una población de 82 millones de habitantes quiera tener más influencia en la UE que otros países menos poblados y el sistema de la raíz cuadrada garantiza esa influencia mayor, aunque de manera más proporcionada».

Sarkozy, por su parte, dedicó su intervención a elogiar a Polonia que, a su juicio, «siempre ha sido símbolo para todo el mundo de la lucha por la libertad, de donde salió el papa Juan Pablo II». «Un país con esas características no puede permanecer al margen de los procesos principales que se operan en Europa, sino que tiene que participar en ellos y fui yo, cuando aún era ministro del Interior, quien propuso que el G5 de Europa fuese transformado en el G6 con Polonia», manifestó.

En ese clima de cordialidad, Sarkozy calificó de «muy interesante y fructífera» la conversación mantenida con Kaczynski. «Me siento muy satisfecho de haber venido a Polonia, ya que pienso que con una actitud buena por las dos partes conseguiremos que la cumbre de Bruselas sea un éxito».

En esta ocasión, el presidente polaco evitó el tono belicoso de las últimas semanas resumido en la frase «estamos dispuestos a morir por la raíz cuadrada». Tampoco hizo la más mínima referencia a la posibilidad de que su país trate de bloquear los trabajos de la Conferencia Intergubernamental, prevista para diciembre, en el caso de que no se acepte la discusión sobre el sistema de adopción de las decisiones en el Consejo Europeo, como exigía Polonia.

Por contra, ambas partes expresaron su voluntad de seguir trabajando codo con codo para que la cumbre de Bruselas sea un éxito. Los ministros franceses de Asuntos Exteriores y sus homólogos polacos tratarán de conciliar una solución.