EL presidente de la Confederación de Cooperativas de Euskadi, Patxi Ormazabal, pidió ayer el pleno reconocimiento de este movimiento como interlocutor social en condiciones de igualdad con sindicatos y patronales.

Ormazabal compareció en Bilbo para hacer un balance de los diez años de existencia de la confederación e informar de los actos que se celebrarán hoy en Gasteiz con motivo de su asamblea general y del Día Internacional del Cooperativismo. Destacó que en este tiempo se «ha conseguido la consolidación de la confederación como aglutinador del movimiento cooperativo vasco» y se ha avanzado en su reconocimiento «progresivo como interlocutor social».

Sin embargo, afirmó que todavía queda «mucho camino por recorrer», recalcó que «el movimiento cooperativo tiene un papel importante que desempeñar», reivindicó su presencia en las diferentes instituciones representativas y expresó su compromiso de «participar activamente, ser auténticos agentes, en todos aquellos temas en los que nos llamen a participar».

En Araba, Bizkaia y Gipuzkoa hay censadas alrededor de 1.606 cooperativas, de las cuales 675 (entre ellas todas las grandes, incluidas las del grupo MCC) están en alguna de las federaciones sectoriales que integran esta confederación. Eso representa, según Ormazabal, más del 90% del empleo cooperativo y de la facturación, que superó los 10.463 millones de euros, sin incluir las de crédito (Ipar Kutxa y Caja Laboral).