India y Pakistán celebraron ayer sus respectivos Días de la Independencia sin ningún esplendor. Ambos estados nacieron hace 60 años tras separarse del Imperio británico, pero ayer no estaban para grandes festejos. Tanto el Gobierno de Nueva Delhi como el de Islamabad decretaron excepcionales medidas de seguridad ante las amenazas de ataques armados por parte de islamistas, de independentistas de Cachemira y de insurrectos maoístas.

El Gobierno australiano presentó un proyecto de ley para evitar el abuso sexual que padecen los menores aborígenes. Pero la oposición ha renunciado a este documento ya que denuncian que supone una estrategia para arrebatarles las tierras que se les dieron a los indígenas.

Cuatro atentados perpetrados a la misma hora en distintas localidades al oeste de Mosul, se cobraron la vida de, al menos, 175 personas. La dificultad para llegar a estas poblaciones, que pertenecen a la minoría religiosa yazidí, retrasó las operaciones de rescate.