ELA denunció ayer represalias y la persecución sindical hacia los trabajadores que secundaron la huelga de julio en la empresa Guibema de Abadiño, dedicada a la mecanización de piezas. «La modificación del calendario, no conceder vacaciones anteriormente pactadas y denegar el permiso a una trabajadora embarazada a acudir a la matrona son algunos de los ejemplos de esta persecución sindical», indicó. Según el sindicato, la plantilla de Guibema SL llevó a cabo una huelga de tres días en julio «en defensa de un pacto de empresa que mejorase sus condiciones de trabajo», tras la que se alcanzó un acuerdo.

ELA afirmó que la empresa «se niega a entender que la negociación es un derecho» y como represalia en setiembre «inició una campaña de acoso hacia los trabajadores que secundaron la huelga». Añadió «el despido de una huelguista la primera semana de setiembre». El próximo viernes realizará una concentración de delegados para exigir su readmisión.