Un atentado eleva el nivel de tensión en Kosovo antes de la negociación
Mientras Belgrado se ha sacado de la manga la propuesta de «una independencia de Kosovo dentro de las fronteras de Serbia», un atentado en Pristina sembró las dudas sobre si las conversaciones que el próximo viernes comenzarán en Nueva York puedan desembocar en un acuerdo entre serbios y kosovares. «No hay ninguna señal de que este atentado tenga relación con el proceso de Kosovo», destacó el Gobierno de Pristina.
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Una explosión que se registró ayer en Pristina, capital de Kosovo, y que provocó dos muertos y once heridos ha incrementado la tensión en este territorio antes de que se produzca un encuentro de alto nivel entre representantes de los gobiernos de Belgrado y Pristina para tratar de encontrar un solución en relación al estatus de Kosovo, que formalmente es una provincia serbia administrada por la ONU.
El atentado tuvo lugar en la madrugada de ayer en un edificio del boulevard Bill Clinton, la principal arteria de la ciudad, donde numerosos bares y restaurantes permanecían aún abiertos.
«Todavía no sabemos qué tipo de explosivos ha causado la deflagración ni quién se encuentra detrás del atentado», declaró el portavoz de la Policía, Veton El-shani.
El boulevard Bill Clinton permaneció cerrado al tráfico durante toda la mañana de ayer, mientras unidades de la KFOR y de la Policía kosovar registraban las inmediaciones en busca de evidencias.
«La explosión resonó como un trueno. Tuve la impresión de que toda Pristina se iba a hundir», relató un testigo a la agencia France Presse. El atentado se produjo en un edificio parcialmente ocupado por las oficinas de un polémico hombre de negocios kosovar, Enver Sekiraca.
«No hay la más mínima señal de que esta explosión esté ligada al proceso que actualmente está en marcha en Kosovo», destacó Avni Arifi, portavoz del Gobierno de Pristina, en referencia a las conversaciones sobre el estatus definitivo del territorio.
«Esta explosión es inquietante. Esperemos que no se trate de un ataque terrorista», declaró el secretario general del Consejo de Europa, Terry Davis, en un comunicado.
«El Gobierno de Kosovo condena firmemente este acto criminal y se reafirma en su determinación de luchar contra el crimen y de crear un entorno pacífico», subrayó Arifi.
El atentado tuvo lugar mientras serbios y kosovares tienen previsto encontrarse este viernes en Nueva York para una primera entrevista cara a cara desde la reanudación de las conversaciones, en agosto, sobre el futuro de este territorio.
Estas negociaciones se llevan a cabo bajo la dirección de una troika formada por EEUU, la UE y Rusia y el objetivo es tratar de lograr un acuerdo entre los albaneses de Kosovo, que defienden la independencia, y los serbios, que se oponen ferozmente a esta demanda.
Serbia está dispuesta, gracias al apoyo de Rusia, su tradicional aliado, a hacer fracasar una hipotética resolución del Consejo de Seguridad de la ONU estableciendo una independencia vigilada para Kosovo, tal y como reclama el enviado de la ONU, Martti Ahtisaari.
La UE desea que se alcance una solución antes del 10 de diciembre, mientras que el Gobierno kosovar se ha mostrado dispuesto a proclamar unilateralmente su independencia si no hay acuerdo.
La Comisión Europea pidió ayer a la misión de la ONU para el mantenimiento de la paz en Kosovo (UNMIK) que investigue las causas de la fuerte explosión que se registró ayer en el centro de Pristina, ya que determinó que «de momento, las razones no están claras en absoluto».
La portavoz de Ampliación del Ejecutivo comunitario, Krisztina Nagy, afirmó en rueda de prensa que «confiamos que la Policía de la UNMIK investigue las razones de esta explosión y que los autores sean llevados ante la Justicia» y rehusó hacer más comentarios hasta que Bruselas no disponga de más información sobre un suceso cuyas razones «no están claras en absoluto».
Nagy rechazó comentar la propuesta que, al parecer, presentará Serbia esta semana en Nueva York, consistente en reconocer para Kosovo «una independencia interna dentro del territorio serbio».
«Creo que la Comisión no está en condiciones de comentar las declaraciones que se hacen sobre las negociaciones del estatuto futuro de Kosovo», dijo Nagy, quien mostró todo su apoyo al representante de la UE en la troika, Wolfgang Ischinger.
El domingo, el negociador serbio, Goran Bogdanovic, adelantó, en una entrevista concedida al diario «Glas Novosti» que Belgrado «ofrecerá la independencia de Kosovo dentro de Serbia, es decir, estamos dando a los albaneses una oportunidad para gestionar sus propias vidas».
«Estamos convencidos de que ésta es una oportunidad para intentar llegar finalmente a un compromiso que satisfaga a ambas partes», añadió Bogdanovic.
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