La sede de la ONU en Nueva York acoge durante esta semana a los principales líderes mundiales con motivo de la Asamblea General. Darfur, Irak, Afganistán, la agónica situación que padece la población de Gaza o la necesidad, cada vez más urgente, de tomar medidas para frenar el cambio climático serán los puntos principales de la agenda de los líderes mundiales.

DARFUR

Despliegue militar para solucionar la crisis

La Segunda Reunión de Alto Nivel para tratar sobre la crisis en la región occidental sudanesa de Darfur puso de relieve la necesidad urgente de fijar un calendario para el despliegue de los 26.000 efectivos -más de 19.500 militares y más de 6.400 policías- de las fuerzas mixtas de Naciones Unidas y de la Unión Africana, UNAMID, que se han de interponer en la zona como fuerzas de paz. Este despliegue, que será el mayor nunca hecho por las Naciones Unidas, lo acordó hace un par de meses el Consejo de Seguridad en la resolución 1.769. Pero aún no se ha fijado un calendario ni se sabe exactamente qué países van aportar militares y policías, aunque sí que la mayor aportación corresponderá a los países africanos. Esta fue una condición que impuso Jartum para aceptar el despliegue en su territorio, ante su temor de que, «de otra forma supondría un nuevo colonialismo de las grandes potencias».

El conflicto que azota esta región de 500.000 kilómetros cuadrados y seis millones de habitantes se remonta a principios de 2003, cuando la mayoría de la población no árabe, se levantó en armas acusando al Gobierno de favorecer a los árabes. Jartum respondió enviando a sus fuerzas y armando a las milicias progubernamentales Janjaweed, que se enfrentan a las tribus animistas por el control de tierras y del agua.

Hasta el momento, el balance de este conflicto que ha hundido en la violencia y en la miseria Darfur es de más de 200.000 muertos y unos dos millones y medio de refugiados. Una parte de las fuerzas se desplegará en el este de Chad y en el noreste de la República Centroafricana para proteger a los centenares de miles de desplazados y refugiados. Según las Naciones Unidas, en el Chad hay 236.000 refugiados de Darfur y 173.000 desplazados del mismo Chad. En la República Centroafricana, la estimación de la ONU es de 10.000 refugiados y más de 200.000 desplazados en el norte y noreste del país.

El ministro del Reino Unido para África, Asia y Naciones Unidas, Mark Malloch Brown, señaló que en los primeros meses del año que viene deberían desplegarse ya sobre el terreno la mayoría de efectivos. «La semana pasada estuve en la zona y quedó claro que desde el principio se pondrá a prueba la capacidad de UNAMID y la voluntad de la comunidad internacional de apoyarla. Tenemos que desplegarla rápidamente y con firmeza y demostrar que UNAMID estará a la altura del mandato que se le ha encomendado», señaló Malloch Brown. Por su parte, el embajador sudanés, Abdalmahmood Abdalhaleem, calificó la reunión de constructiva y productiva por haber destacado los acontecimientos positivos y los desafíos futuros. «Los participantes solicitaron, más bien exigieron, unánimemente que todas las facciones rebeldes participen en las conversaciones de Trípoli y recomienda que se tomen medidas contra quienes se opongan o obstaculicen el proceso de paz», apuntó el diplomático sudanés.

Sobre el terreno se encuentran ya desplegados unos 7.000 efectivos de la Unión Africana pero, acuciados desde el primer momento por una falta de recursos financieros y humanos, se han visto absolutamente incapaces de hacer frente a la violencia desatada en la zona. La Unión Europea, la OTAN y las Naciones Unidas van a tener que actuar con firmeza hacer aplicar la resolución aprobada e intentar pacificar una región hostigada por la violencia.

Amnistía Internacional valora positivamente el despliegue y pide que disponga de medios y del apoyo del gobierno sudanés. También pide que se investiguen las violaciones de derechos humanos y en especial las violaciones, y que se supervise y desarme a las milicias progubernamentales. Para el 27 de octubre está previsto el inicio de las conversaciones de paz en Libia.

IRAK

Incrementar la presencia en el país árabe

Cuatro años después del atentado contra el edificio de las Naciones Unidas en Bagdad que costó la vida a 22 personas, entre ellas al alto representante, el brasileño Sergio Color de Mello, la ONU se plantea ampliar su delegación en el país árabe, que en estos momentos es de 65 funcionarios. El secretario general, Ban Ki-moon, lo anunció el sábado, después de la Reunión de Alto Nivel que tuvo lugar con la presencia del Primer Ministro iraquí, Nuri al-Maliki, que presidió la reunión con Ban. El secretario general supeditó este incremento en Bagdad, y probablemente en Basora, a las garantías de una mayor seguridad que al-Maliki aseguró estar en disposición de ofrecer a los representantes de Naciones Unidas. «Incrementaremos modestamente el personal tan pronto tengamos listas las nuevas instalaciones, en materia de seguridad. Tendremos otro incremento en la oficina que tenemos en Arbil y estamos estudiando también en Basora», dijo Ban Ki-moon. La apertura de esta oficina tendrá lugar después de las conversaciones a nivel ministerial que están previstas para finales de octubre en Estambul.

Su cometido será el de hacer de enlace entre el gobierno iraquí y los países de la zona. Ban también se refirió al desplazamiento masivo de población que se ha dado en estos años de violencia en Irak, que ha generado una crisis humanitaria. Ban destacó que aunque los países vecinos se han esforzado en acoger y atender a muchos de estos iraquíes, han visto sobrepasadas sus capacidades para lidiar con el problema. Pero para poder actuar en este aspecto, Ban Ki-moon dijo que necesitará que el gobierno iraquí pueda garantizar la movilización de asistencia para los desplazados y refugiados.

Por su parte, Nuri al-Maliki coincidió con Ban en que la reunión fue «alentadora y positiva» y consideró necesario que la ONU apoye las tareas de reconciliación nacional como una de las claves para la pacificación de Irak, aunque no escondió que se trata de un proceso que requiere «grandes esfuerzos y mucho tiempo».

«La reconciliación nacional es la única vía para conseguir seguridad y estabilidad; no vamos a poder imponer la seguridad mediante la fuerza. Solo la podremos conseguir a partir de la buena voluntad de todas las partes de la sociedad iraquí», dijo el primer ministro. Los participantes en la reunión, entre los cuales estaba la secretaria de Estado estadounidense, Condoleezza Rice, coincidieron en que la estabilidad de Irak es una preocupación común, por lo que la comunidad internacional no puede ignorar los desafíos que afronta el país. Aunque coincidieron en la sede de la ONU, al-Maliki y Rice se evitaron, después del tiroteo de los mercenarios de la empresa Blackwater contra civiles iraquíes de hace unos días.

AFGANISTÁN

Un conflicto que se recrudece cada vez más

Afganistán fue uno de los temas tratados en estas jornadas previas a la Asamblea General, que desde ayer reúne a 80 jefes de Estado y de Gobierno de todo el mundo, de entre los más de 150 representantes que habrá. Las Naciones Unidas mostraron su apoyo al gobierno afgano pero le pidieron más esfuerzo para luchar contra la corrupción y el narcotráfico. La ONU está a favor de que se promuevan conversaciones de paz entre el gobierno y los talibán, y en este sentido, el presidente, Hamid Karzai, dijo que su gobierno ya ha iniciado contactos con talibán no miembros de al-Qaeda ni favorables al terrorismo. «Estamos trabajando arduamente para regresarlos al redil y que contribuyan a la reconstrucción del país». El titular de la Misión de Asistencia de las Naciones Unidas en Afganistán, UNAMA, el diplomático alemán Tom Koenigs, consideró esencial este hecho. «Debemos mantener la puerta abierta a las negociaciones -dijo Koenigs-, porque la insurgencia no puede obtener logros únicamente por medios militares».

GAZA

«Servicios básicos» ante la amenaza israelí

El Cuarteto para Oriente Próximo, formado por EEUU, la Unión Europea, Rusia y la ONU, pidió a Israel que mantenga los «servicios básicos» en la franja de Gaza, que el Estado sionista declaró la semana pasada «entidad enemiga». El gobierno israelí ya ha aprobado cortar el suministro de luz y agua pero de momento aun no ha hecho público a partir de cuando piensa aplicar la medida de castigo contra la población civil. El Cuarteto se ofreció a mediar entre el primer ministro israelí y el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas, para que «en sus negociaciones aborden los asuntos esenciales para progresar en la paz».

CAMBIO CLIMÁTICO

Un problema cada vez más urgente

La reunión de Alto Nivel de ayer se centró en el cambio climático. Tiene por lema «El futuro está en nuestras manos» y de hecho está, sobre todo, en las manos de los representantes políticos de los más 150 estados que estarán presentes. El encuentro es una gran previa de la cumbre que ya está convocada para diciembre en Bali. El secretario general quiere aprovechar la presencia de más de 80 jefes de Estado y de Gobierno para arrancar un compromiso político que vaya más allá del Protocolo de Kyoto, que vence en 2012. «Les pido que envíen un mensaje claro e inequívoco, con fuerte contenido político, para que la comunidad internacional entienda que hemos de trabajar juntos en este objetivo». El presidente del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático, Rajendra Pachauri, dijo que existen unas evidencias científicas muy claras. «Desde el comienzo de la era industrial -dijo Pachauri- lo más significativo fue un aumento acelerado de la temperatura, especialmente en las dos últimas décadas. El nivel medio del mar también aumentó en el siglo XX, con un incremento de unos 17 centímetros».