Tras el doloroso tropiezo ante el Córdoba, el Alavés buscará esta tarde un triunfo que, de llegar, lo haría con doble recompensa. La propia victoria, con tres puntos que permitirían a los albiazules volver a alejarse del descenso, y la posibilidad de atrapar al Castellón en la tabla, convirtiendo a éste en un rival directo con, además, el golaverage del lado gasteiztarra.

También los de Pepe Moré tienen un disgusto que olvidar, tras caer la semana pasada en Salamanca. Aunque en su caso, los disgustos vienen de bastante más lejos.

Y es que Alavés y Castellón alcanzan esta décima jornada con trayectorias contrapuestas. El cuadro blanquinegro sumó seis puntos en las dos primeras jornadas, en un arranque de temporada que parecía colocarle entre los candidatos al ascenso, pero ha perdido gas de forma alarmante. Tanto, que en las siete semanas posteriores sólo ha sido capaz de sumar una victoria más.

El Alavés, por contra, se enfrentó a sus peores fantasmas en un desolador inicio liguero pero, pese al tropiezo del pasado domingo, ha conseguido enderezar su trayectoria, alejándose poco a poco de los puestos de descenso. Su colchón, con todo, es todavía demasiado fino, con lo que los albiazules no pueden permitirse demasiadas alegrías.

Para intentar seguir escalando posiciones, Josu Uribe reclama para esta tarde un equipo «fuerte, física y psicológicamente. El otro día fuimos frágiles mentalmente, nos faltaron ilusion y ganas. No se puede repetir».

En términos más futbolísticos, el técnico cree que hoy habrá que empezar por «frenar su juego» para después «intentar hacer daño nosotros».