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Zapatero apura la legislatura sin cumplir su promesa de cierre de las centrales nucleares

En la campaña electoral de 2004 el PSOE se comprometió a elaborar un plan de cierre de las centrales nucleares si ganaba las elecciones. El propio ZP asumió este compromiso en su discurso de investidura, pero la legislatura se agota y no ha cumplido su promesa.

Iñaki VIGOR

Han pasado ya cuatro años desde que Rodríguez Zapatero, ya como presidente del Gobierno español, anunciase que antes de finalizar la actual legislatura pondría en marcha un plan de cierre de las centrales nucleares. Esta promesa la ha repetido en varios debates sobre el «Estado de la Nación», pero sólo faltan dos meses para las nuevas elecciones y ZP todavía no ha presentado su anunciado plan. Todavía cabe la posibilidad de que se guarde esta baza para la próxima campaña electoral, teniendo en cuenta que el PP es abiertamente pro-nuclear, pero organizaciones ecologistas como Greenpeace se muestran ya totalmente desengañadas respecto a la promesa del PSOE, ya que ni siquiera ha sido capaz de tomar una decisión respecto a la central más obsoleta y peligrosa del Estado: Garoña. «Si el Gobierno de Zapatero no cierra ya esta instalación, es porque está dispuesto a bajarse los pantalones ante la industria nuclear», afirma Carlos Bravo, responsable de la campaña de energía nuclear de Greenpeace.

En estos cuatro años de mandato del PSOE la única central nuclear cerrada en el Estado español ha sido la de Zorita, pero su cierre se logró en el año 2002, bajo el mandato del PP. En setiembre de aquel año el Consejo de Seguridad Nuclear emitió un informe en el que recomendaba el cierre inmediato de esta central ubicada en Guadalajara, y un mes después el informe fue ratificado por la Comisión de Industria del Congreso español y por el Ministerio de Economía, a cuyo frente estaba entonces Rodrigo Rato. La correspondiente orden ministerial fue recurrida por Unión Fenosa, propietaria de Zorita, pero los tribunales no le dieron la razón y el 30 de abril de 2006, ya bajo el mandato de Zapatero, la central se cerró definitivamente.

«Pero esto no fue un logro del PSOE, sino que se consiguió cuatro años antes con un Gobierno pro-nuclear, como era el de Aznar. Es cierto que José Bono pidió en el Congreso el cierre de Zorita cuando estaba en la oposición, pero en esta legislatura el Gobierno del PSOE no ha hecho nada para cerrar las centrales nucleares», recuerda Carlos Bravo.

En la actualidad, el Gobierno de ZP está elaborando un informe sobre la situación energética prevista hasta el año 2030, del que no ha trascendido absolutamente nada. Fuentes del propio Ejecutivo aseguraron que ese informe iba a estar finalizado para mediados de 2007, que iba a salir a la luz pública y que se iba a crear un comité consultivo con las organizaciones sociales para debatirlo. Ese informe iba a incluir el prometido plan de cierre de las centrales nucleares, pero se sigue sin saber nada de él.

En los últimos meses ha habido alguna referencia a este documento por parte del secretario general de la Energía y por parte de la ministra de Medio Ambiente. El primero no dejó claro qué ocurriría con las centrales nucleares, mientras que Cristina Narbona aseguró que sí incluiría un calendario de cierre de las mismas.

«Está claro que el Gobierno de Zapatero se está moviendo durante toda la legislatura en una especie de situación ambigua. No sé si esto refleja la pugna entre el sector pronuclear y antinuclear dentro del PSOE, pero lo cierto es que Zapatero hace gala de que siempre cumple sus compromisos. Por lo tanto, si no quiere quedar como un mentiroso -añade este portavoz de Greenpeace-, tendrá que cumplir su promesa en lo que queda de legislatura. El Gobierno todavía tiene tiempo de ordenar el cierre de la central de Garoña y de poner en marcha, o por lo menos plantear, un calendario de cierre de las demás instalaciones nucleares».

«Sería un gravísimo error político»

En su última comparecencia ante los medios de comunicación, el pasado 28 de diciembre, Zapatero comentó que antes del fin de la legislatura «decidiría sobre materia nuclear», pero sin especificar nada más. La opinión de Greenpeace es que el Gobierno del PSOE «ha tenido tiempo más que de sobra para llevar adelante un plan de cierre nuclear», y que «sería un gravísimo error político y electoral por parte de Zapatero no cumplir esa promesa».

No hay que olvidar que tanto los estudios de opinión del CIS como los eurobarómetros de la Comisión Europea vienen reflejando en los últimos años que la inmensa mayoría de los ciudadanos del Estado español están en contra de la energía nuclear, y que ésta no es la solución frente al cambio climático.

«Cuando se difunde un programa electoral donde se dice que se va a sustituir la energía nuclear por otras más limpias, segurosas y menos costosas, y luego pasan cuatro años mareando la perdiz, es muy decepcionante para los ciudadanos. Creemos que Zapatero no está teniendo los suficientes arrestos para hacer frente al sector más pronuclear de su partido», concluye Bravo.

 

meses

han transcurrido desde que ZP anunciase un plan de cierre de las centrales nucleares. Faltan dos meses para las elecciones y no ha cumplido su promesa.

Se cumple un año desde que anunció el «próximo» cierre de Garoña

Hace justo un año, el 10 de enero de 2007, la vicepresidenta del Gobierno del PSOE anunció ante los medios de comunicación el «próximo cierre» de Garoña, y a lo largo del pasado año se han estado difundiendo mensajes similares. Un año después, la instalación nuclear más próxima a Euskal Herria sigue a pleno funcionamiento.

Cuatro meses antes del anuncio de Fernández de la Vega, concretamente el 17 de setiembre de 2006, el propio Gobierno español filtró a «El País» que ya estaba decidido el cierre de Garoña a partir de 2009. Sin duda, las próximas semanas serán decisivas para conocer el futuro de esta obsoleta central. I. V.

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