Atribuyen a los tamiles el atentado mortal contra un ministro en Sri Lanka
La explosión de una bomba colocada al paso de su vehículo acabó ayer con la vida del ministro de Infraestructuras de Sri Lanka, D. M. Dassanayake. Horas después, se registró una segunda explosión en Colombo. Las autoridades las atribuyeron a los tigres tamiles.
GARA |
El ministro de Infraestructuras de Sri Lanka, D. M. Dassanayake, murió en la explosión de una bomba al noroeste de Colombo. El portavoz del Ejército, Udaya Nanayakkaraa, confirmó la muerte del ministro en el hospital de Ragama, a donde fue trasladado e ingresado con vida en la unidad de cuidados intensivos. El atentado además hirió de gravedad a diez personas.
La explosión tuvo lugar a las 10.35 hora local en la ciudad de Ja Ela, situada a unos 25 kilómetros al norte de Colombo, en la principal carretera que une la capital con el aeropuerto. Según el diario ceilanés «Daily Mirror», el ministro, de 54 años, viajaba en coche cerca de un cruce de carreteras cuando fue alcanzado por la bomba. Fuentes policiales indicaron que el artefacto, colocado a un lado de la vía, fue activado por control remoto.
Dassanayake es el segundo paralamentario que muere en 2008. El día 1, el diputado tamil opositor T. Maheswaran fue tiroteado mientras rezaba en un templo hindú.
Colombo también fue testigo de una segunda bomba, que explotó «dentro de una cabina telefónica en un bloque de apartamentos» en el sector financiero de la capital. El director general del Centro de Prensa para la Seguridad Nacional, Lakshman Hulugalle, señaló que no había constancia de víctimas ni de daños personales. Asimismo, atribuyó el ataque a la guerrilla de los Tigres de Liberación de la Tierra Tamil (LTTE). «Definitivamente, es obra de ellos», afirmó.
El día 2, el Gobierno anunció formalmente el cese del alto el fuego alcanzado en 2002 con los tamiles. Desde 1983, luchan por la creación de un Estado independiente en el norte y este de Sri Lanka. El conflicto se ha cobrado más de 70.000 vidas.
A principios de año, el Gobierno anunció la «intensificación» de la lucha para «destruir las posiciones» de los tamiles. Desde el domingo, ha realizado 198 arrestos en la capital mientras que un centenar de guerrilleros han muerto en el norte.