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oriente medio en crisis

Bush llega a Jerusalén para tratar de resucitar el proceso de Annapolis

Intentar mantener vivas las «conversaciones de paz» iniciadas en Annapolis y seguir teniendo a Irán en el punto de mira de las amenazas de EEUU son los principales objetivos de la visita a Oriente Medio que George Bush comienza hoy en Jerusalén y que concluirá el día 16 en Egipto. La intransigencia de Israel, que sigue construyendo asentamientos en Jerusalén, no es, sin embargo, la mejor manera de avanzar hacia un eventual acuerdo.

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GARA | JERUSALÉN

La visita que el presidente de EEUU, George Bush, inicia hoy a Palestina, y en la que acudirá también a otros puntos de Oriente Medio, será de todo menos tranquila.

Además de mantener viva la amenaza de una agresión contra Irán, Bush pretende resucitar las conversaciones derivadas de la Conferencia de Annapolis, muertas antes de nacer.

Así, ayer la derecha israelí reunió a miles de manifestantes en Jerusalén para rechazar cualquier concesión territorial a la Autoridad Palestina. «Bush, lee tu Biblia: Dios dio la tierra de Israel a los judíos», rezaban las pancartas que portaban quienes reclamaban «una Jerusalén indivisible como capital del Estado judío».

Ya por la noche, miles de sionistas se manifestaron en el barrio de Jebel Abu Ghneim, al que los judíos llaman Har Homa, y donde se pretende construir un nuevo asentamiento israelí en Jerusalén. Los manifestantes anunciaron que construirán nuevos asentamientos en «Judea y Samaria [denominación sionista de Cisjordania]».

En Gaza, que pese a las «conversaciones de paz» derivadas de Annapolis, sigue bajo el total y férreo bloqueo sionista, cientos de personas se manifestaron en contra de la visita de Bush y exigieron la reapertura de los pasos fronterizos.

«No podrás acabar con los palestinos como hicisteis con los indios», podía leerse en una de las pancartas de la marcha, donde también podían verse otras que calificaban de «terroristas» a Bush y al primer ministro israelí, Ehud Olmert.

Los manifestantes marcharon bajo la lluvia portando decenas de ataúdes que simbolizaban las 62 personas que han fallecido desde junio en Gaza como consecuencia de la desasistencia sanitaria provocada por el bloqueo israelí.

«Nos matan con armas americanas y padecemos el asedio como consecuencia de una decisión americana», proclamaron también los manifestantes en Gaza.

«Llamamos a la comunidad internacional y a la Administración americana a respetar las leyes internacionales y a presionar a Israel para que abre los pasos fronterizos, especialmente el de Rafah [hacia Egipto], para permitir que los enfermos puedan recibir asistencia», declaró Abdel Majid al-Aloul, presidente de una asociación de caridad islamista que se encontraba entre los convocantes de la movilización de ayer.

Reunión de Olmert y Abbas

Mientras tenían lugar movilizaciones como estas, el presidente de la Autoridad Palestina (AP), Mahmud Abbas, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, volvieron a reunirse, en la residencia oficial del líder sionista en Jerusalén, en el marco de las «conversaciones de paz» derivadas de Annapolis.

«La conversación tratará fundamentalmente sobre qué hace falta para que 2008 sea el año del tratado de paz que ponga fin a la ocupación israelí y permita que se visualicen los dos estados», declaró a France Presse el negociador palestino Saeb Erekat.

Sin embargo, el anuncio de que Israel construirá nuevo asentamientos judíos en Jerusalén no hace presagiar que haya buena voluntad por parte del Gobierno que dirige Ehud Olmert, pese a las buenas palabras de la Autoridad Palestina.

Mientras la Autoridad Palestina ha exigido la paralización de la construcción de estos asentamientos, Israel ha hecho saber que continuará con las obras como forma de garantizar su «soberanía» sobre Jerusalén en un eventual y futuro «acuerdo de paz».

«La colonización y la continuación de las agresiones israelíes en Gaza y Cisjordania, especialmente en Nablús, también se tratarán », añadió Erakat.

El dirigente de Hamas Mahmud al-Zahhar señaló, durante una visita a una iglesia ortodoxa en Gaza, que la visita de Bush responde a intereses electorales y «busca limpiar su imagen», al tiempo que destacó que «no servirá al pueblo palestino porque no satisfacerá sus más mínimas demandas».

La Yihad Islámica, por su parte, destacó que la visita de Bush no beneficiará a los palestinos. «Los encuentros, visitas y negociaciones están manchados con la sangre palestina. La ocupación israelí pretende ahogar la resistencia imponiendo más restricciones al pueblo palestino a través de la Autoridad Palestina», indicó este grupo, que llamó, alternativamente, a impulsar el diálogo entre los distintos grupos palestinos contra la ocupación.

nacer en un checkpoint

Una mujer palestina dio ayer a luz en un puesto de control israelí instalado en la ciudad de Hebrón, según informó la agencia Ma'an. El puesto estaba situado a la entrada de la calle Ash-Shuhada, en el Casco Viejo, e impidió el paso de la ambulancia.

cinco detenidos

El Ejército israelí arrestó ayer a cinco ciudadanos palestinos en la aldea de Beit Ummar, al norte de Hebrón tras irrumpir en sus domicilios. Asimismo, quince soldados ocuparon una casa en Hebrón y retuvieron a sus habitantes durante varias horas.

CASI 11.000 policías

Casi 11.000 policías -sin contar a los miembros del Servicio Secreto de EEUU- forman parte del dispositivo de seguridad de Bush desde que aterrice hoy en el aeropuerto de Tel Aviv hasta que se dirija el viernes a Kuwait.

EEUU sigue incrementando el nivel de tensión con Irán

El incidente que se registró el domingo en el estrecho de Ormuz entre lanchas iraníes y la Marina de EEUU muestra los riesgos de que la tensión se eleve hasta una verdadera confrontación entre dos países hostiles en una zona estratégica.

El propio Bush compareció ayer en Washington, horas antes de volar hacia Jerusalén, para acusar a Irán de «provocación». «No sé en qué estaban pensando, pero me parece claro que era un acto de provocación», señaló.

Mientras, el portavoz de la diplomacia iraní, Mohammad Alí Hosseini, destacó que este tipo de incidentes son «algo ordinario que suele suceder de tanto en cuanto».

Los Guardianes de la Revolución, cuya rama marítima habría protagonizado el incidente, rechazaron la versión de que una de las lanchas amenazó con hacer explotar los buques de EEUU.

Un comandante la fuerza naval de los Guardianes de la Revolución [organización considerada «terrorista» por EEUU pese a ser un cuerpo oficial iraní], Alireza Tangsiri, explicó ayer que en Ormuz llevaron a cabo «un procedimiento ordinario de identificación» de los buques, según señaló la agencia Mehr. La televisión iraní también desmintió la versión difundida por la CNN de que las lanchas de los Guardianes hubieran amenazado a los buques de EEUU.

El presidente del Parlamento iraní, Gholami Haddad Adel, señaló, por su parte, que Teherán no se verá afectada en las relaciones con sus vecinos tras la visita de Bush. «El viaje del mandatario norteamericano a la región no tendrá resultados a largo plazo mientras Washington siga apoyando los crímenes del régimen sionista», declaró Haddad Adel a la agencia IRNA. GARA

monarquías del golfo

Pese a tratarse de aliados de Washington, los cuatro países del sur del golfo Pérsico que Bush visitará en esta gira (Kuwait, Bahrein, EAU y Arabia Saudí) se manifiestan radicalmente contrarios a un ataque militar por parte de EEUU contra Irán.

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