Mientras en Jerusalén se realizaban los preparativos para la visita de Bush, sus allegados despedían al Doctor Maslamani, muerto por un ataque al corazón.

Maslamani fue arrestado en varias ocasiones por los ocupantes sionistas y permaneció un total de siete años en prisión, donde sufrió la tortura y la desasistencia sanitaria que han conducido a su muerte, según destaca el FPLP. Durante la primera y segunda intifada, ocupó un papel destacado en la atención de los heridos provocados por la barbarie sionista.

Buen conocedor de la realidad de Euskal Herria, el Doctor Maslamani ha sido un perfecto anfitrión para decenas de brigadistas vascos que han viajado a Palestina año tras año.

El verano pasado, en Ramallah, explicaba que el pueblo palestino no podía tolerar que la Conferencia de Annapolis se convirtiera en una nueva edición de los Acuerdos de Oslo, que han generado una situación de sumisión perpetua ante el ocupante sionista.

Trabajador incansable, subrayaba que la izquierda palestina tenía una gran tarea para hacer frente a la ocupación y a la corrupción de al-Fatah, que han sumido en la pobreza al pueblo. Avanzar en esta vía será el mejor homenaje a un luchador.