Las tertulias y los debates en los que se analiza cualquier tema están de moda y la semana pasada no pudo faltar un comentario sobre el encuentro entre Euskal Herria y Catalunya en el programa que emite la televisión pública autonómica.

A nadie se le escapa que los participantes en dichos debates están escogidos a dedo y que a las personas que gestionan EiTB no les interesa abrir en estos momentos ningún debate racional sobre este tema. Pero las manifestaciones de un autodefinido como «bioético» dejaron en evidencia cómo se puede hablar por hablar para desinformar.

Este señor aseguró que eso de la reivindicación de la oficialidad de las selecciones deportivas nacionales le parece bien, pero que no era una prioridad para la sociedad vasca. No sé si no se percató de que el 29 de diciembre hubo una manifestación de más de 25.000 personas en las calles de Bilbo reclamando ese derecho o si 40.000 aficionados catalanes y vascos en San Mamés le parece algo normal.

Pero su aportación no fue la única de la tarde. Un «experto en coros» también habló sobre la oficialidad para sentenciar que es imposible conseguir el reconocimiento en las federaciones internacionales sin ser un estado independiente.

Mentira. Existen federaciones sin estado reconocidas por FIFA y UEFA, con casos conocidos como Islas Feroe, Escocia o Gales. Aportó también otro argumento falso y manifestó que para formar parte de las federaciones internacionales es necesario tener una liga propia. Tampoco es verdad, los equipos galeses juegan en ligas inglesas.

La libertad de opinión es un derecho que debe ser respetado, pero a aprovecharse de ello para desinformar, ocultar la realidad y falsear el debate se le llama manipular y que EiTB lo permita es vergonzoso.