DEnuncias de torturas tras las últimas detenciones
Los familiares desmienten la versión de la Guardia Civil
Mientras un tupido velo en forma de tribunal especial impide a familiares, a allegados y a toda Euskal Herria conocer cuál es el estado de los dos jóvenes de Lesaka detenidos el domingo por la Guardia Civil, y con la sombra de la tortura sobrevolando, una vez más, sobre dos ciudadanos vascos, el presidente del Gobierno español expresó en la noche de ayer su «confianza plena» en la Guardia Civil. Igor Portu sigue en la UCI, y nada se sabe de Sarasola.
Oihana LLORENTE |
``El Mundo'' daba cuenta en su edición de ayer de que Mattin Sarasola, cuya incomunicacióm amplió ayer el juez Fernando Grande-Marlaska, presentaba un estado «escandaloso» cuando fue trasladado a las instalaciones policiales de Madrid.
El diario, citando fuentes judiciales, aseguraba que el lesakarra arrestado junto a Igor Portu estaba «fuertemente contusionado», pero agregaba que fue llevado a Madrid «porque no revestía peligro para su estado de salud ya que las lesiones que sufría eran externas». Asimismo, indicaba que Sarasola «ha estado requiriendo del control puntual del forense asignado por la Audiencia Nacional».
Este rotativo no precisaba cuál fue el médico que examinó a Sarasola ni quién decretó la no hospitalización del paciente. Pero cabe destacar que el ministro del Interior español, Alfredo Perez Rubalcaba, en la comparecencia de urgencia realizada el lunes, utilizaba el plural a la hora de sostener tanto el transcurso de la detención como el propio traslado al hospital, utilizando frases textuales como: «entraron en el hospital, a las 3.55, por su propio pie y sin señas de desorientación», o «la utilización de la fuerza a la hora del arresto produjo lesiones de diversa consideración en los dos presuntos etarras».
Con el fin de confirmar este extremo GARA se puso en contacto tanto con la Clínica Forense del Juzgado de Donostia, así como con el propio Juzgado de Instrucción número 1, responsable del caso. El primero, aseguró que la información ofrecida en ``El Mundo'' no ha sido facilitada desde la clínica y rechazaron facilitar información alguna sobre la situación de los dos lesakarras. El Juzgado de Guardia, por su parte, hizo caso omiso a la petición de este medio para recabar datos sobre la investigación. De hecho, nada se sabe sobre el estado de ambos jóvenes.
A pesar de ello, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, manifestó ayer que habrá una «total transparencia» en la investigación sobre lo sucedido tras las detenciones producidas el domingo. Una «transparencia» que brilla por su ausencia, como cada vez que se aplica el régimen de incomunicación a un detenido. En el caso de los vascos, siempre.
El mandatario español, en una entrevista a la Cadena Ser, expresó su «confianza plena» en la Guardia Civil, y calificó de «seriá y creíble» la versión del instituto militar español, conocida por boca de Rubalcaba.
Entre tanto, Igor Portu sigue hospitalizado en la UCI sin que trascienda información alguna de su estado actual, ya que el juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo lo decretó «secreto de sumario». Cabe destacar la continua presencia de agentes de la Ertzaintza en las inmediaciones del centro.
Alargan la incomunicación
Sus allegados, por su parte, informaron que la única información obtenida ha sido gracias «a la labor de algunos médicos» del hospital donostiarra. En esta línea, el tío del joven, Francisco Portu, explicó en una comparecencia realizada en la capital navarra que los doctores de dicho centro les indicaron que «de no haber sido por que el instituto armado traslado rápidamente a Portu al hospital, hubiera sufrido consecuencias gravísimas y daños irreversibles».
Este dato no hace más que poner en entredicho la versión oficial trasladada por la Guardia Civil y hecha suya por el ministro del Interior Alfredo Perez Rubalcaba, que a su juicio pasaron más de dieciséis horas desde que se produjo la lesión hasta que le asistieran los médicos.
Asimismo, los allegados del lesakarra precisaron que «aunque Portu siga estando mal es posible que no tenga secuelas».
Mientras tanto, el juez del tribunal especial Fernando Grande Marlaska, según lo difundido por agencias españolas, atendió ayer la petición de prórroga de la incomunicación del joven de Lesaka solicitada por la Guardia Civil, por lo que su comparecencia ante el titular del Juzgado de Instrucción 3 de la Audiencia Nacional española se producirá a partir del viernes.
En el caso del otro detenido, Igor Portu, la agencia indicó que el juez esperará a que los médicos que le atienden en el Hospital Donostia autoricen su traslado a Madrid.
Garzón sale a la palestra
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón también salió al paso para dar su opinión sobre esta situación, en la que la versión oficial ha sido puesta en entredicho incluso en ámbitos mediáticos españoles. El magistrado dijo que «si ha habido alguna acción ilícita» en relación con las últimas detenciones del domingo «debe ser investigada y sancionada». Asimismo, expresó que «no debemos decir que está bien detener a un terrorista aunque sea quebrantado sus derechos».
No obstante, en las declaraciones realizadas en Salamanca, el juez insistió en que el Estado de Derecho «funciona» y argumenta este extremo asegurando que la Guardia Civil el domingo en la localidad de Arrasate «hizo una labor» y que ahora son los magistrados «los que tienen que continuar investigando tanto en la Audiencia Nacional como allá donde corresponda».
El sindicato abertzale LAB se concentró ante el hospital donostiarra para denunciar la «práctica sistemática» de la tortura e indicó que estos actos de protesta se efectuarán todos los días mientras Portu siga ingresado.
«De seguir jugando más horas con la situación, que según la versión oficial se da a las 11.00, puede darse el caso de que el individuo muera»