Ayer, festividad de Santa Águeda, tuvo lugar una romería muy popular en el entorno de Barakaldo, Zorroza y Alonsotegi, que tendrá su repetición el próximo domingo. El epicentro es la ermita de Santa Águeda, situada en las estribaciones de Arroletza. Este monte es el arranque de la cordillera Sasiburu. Será una buena ocasión para realizar una interesante travesía por estas cumbres, llegando a la zona kárstica de Peñas Blancas o Apuko y culminando en Ganeroitz. Pese a ser montañas muy transitadas y de modesta altitud, ofrecen muchos alicientes, como la leyenda del Puente de las Brujas de Kastrejana; el interesante tramo de calzada medieval que sube a Santa Águeda, y unas excelentes vistas sobre la gran urbe que puebla las márgenes del Nerbioi, hasta el Abra.

La calzada a Santa Águeda

Comenzaremos en Kastrejana (20 m), donde Bilbo se despide hacia Enkarterri. Sobre un anciano Kadagua, que aquí recibe las mareas, se levanta el puente de las Brujas, o del Diablo (s. XV). La leyenda lo hace surgir en una noche tormentosa, gracias al pacto con el Diablo que permitió a una joven enamorada cruzar el crecido Kadagua. Comenzamos tomando la dirección señalizada hacia Santa Águeda. Cruzamos la vía y una empinada carretera nos lleva monte arriba. A los 10 minutos sale a la izquierda el tramo (señalizado) de calzada medieval. Describe un par de revueltas en un bello ambiente de alisos, robles y castaños, que son resto del bosque original en una comarca hoy prácticamente arrasada por las repoblaciones de eucalipto y pino. Más arriba, la calzada desaparece y retomamos la carretera hasta la ermita de la santa de Catania (190 m 0,25 h), que aquí se levanta desde hace más de 500 años. Seguimos la pista de hormigón, en ascenso, pasando poco después a camino de tierra. Después de un repecho, arranca a la izquierda (paso entre estacas, 220 m) una senda balizada en blanco y amarillo (PR BI 101). Por ella, cortando dos pistas, alcanzaremos el cordal en un pequeño collado (341 m). Lo seguimos hasta el punto culminante, pasando poco antes junto a unos setos que protegen una mesa y bancos. En la cima afloran rocas de arenisca y en ellas, el buzón (454 m 0,55 h), una placa de 1954 por las Bodas de Plata del Alpino Barakaldo y otra de homenaje. Las vistas son extraordinarias, sobre Bilbo y todas las poblaciones hasta la desembocadura de la ría.

Por Sasiburu a Ganekoitz

Ahora debemos seguir el cordal hacia el Oeste. Es un recorrido cómodo, pasando algunos pequeños promontorios, y dominando por la izquierda el profundo valle del Kadagua. Alonsotegi aparece hundido 400 m bajo nuestros pies. La última elevación es la culminante de este tramo, con el buzón de Sasiburu (455 m 1,20h). Abajo vemos las peñas de Espelarri o del Diablo, un afloramiento o dique de cuarzo ferruginoso, genuino de los montes de hierro de la comarca. Descendemos de Sasiburu, difuminándose el cordal en los amplios pastos de Salgeta, con una charca en su punto más deprimido (La Pozorra, 357m 1,40 h). En la siguiente loma hay una cruz blanca, con una imagen puesta por el Goiko Mendi de Alonsotegi. Cruzamos una pista y remontamos el karst de Peñas Blancas o Apuko, pasando con cuidado ante dos grietas, hasta el buzón del GATB (459 m 1,55 h). Descendemos en dirección a nuestra última cumbre de hoy, Ganeroitz, también conocida como Apuko. Remontamos para ello la cuesta por terreno raso, dejando una repoblación a la izquierda. La cima (561 m 2,20 h) se proyecta sobre Zaramillo, con su enorme cantera. Hacia el Oeste, Eretza cierra el horizonte. Tiene buzones del Lutxanako Mendi Taldea (1990) y del Erandioko Mendigoizaleak (1993), además de otro muy viejo y un vértice. Para el regreso bordearemos Peñas Blancas por la derecha, pasando junto a una bocamina y siguiendo un viejo camino minero tallado en la roca. Dejaremos las marcas rojas y blancas (que bajan a Irauregi por la ermita de Santa Quiteria de Zamundi) y seguiremos la pista que bordea el cordal de Sasiburu por el Norte. Es el Camino de las Galdamesas o del Tostadero, con magníficas vistas hasta el Cantábrico, que nos devolverá a la ermita de Santa Águeda. Desde allí bajaremos de nuevo por la calzada al punto de partida (3,40 h).