Según el PSE, en Loiola no hubo «ningún acuerdo ni preacuerdo»
El PSE negó ayer que en las reuniones de Loiola se llegara a «ningún acuerdo ni preacuerdo» entre ese partido, el PNV y la izquierda abertzale. Esta versión contrasta con la del resto de participantes en la negociación, que han reconocido y expuesto un borrador coincidente.
GARA | GASTEIZ
El PSE ha vuelto a su posición de negar incluso que en el proceso negociador que se desarrolló en Loiola en otoño de 2006 se llegara a redactar un preacuerdo. Cabe destacar que tanto desde fuentes jeltzales como de la izquierda abertzale se ha reconocido la existencia de ese texto. Es más, incluso se le ha dado publicidad por separado, resultando ser coincidente para ambos interlocutores. El PSE rechaza su existencia.
El contenido de ese documento y de los añadidos propuestos por la izquierda abertzale para concretar sus contenidos fue expuesto el pasado sábado por Pernando Barrena y Unai Fano en una charla moderada por Patxi Urrutia en Iruñea. Ese acto provocó que el juez Baltasar Garzón ordenara la detención de los tres. Desde la izquierda abertzale se denunció el lunes que la operación de la Audiencia Nacional era debida a que el PSOE quería evitar que se siguieran difundiendo esos elementos.
Entre tanto, el presidente del EBB, Iñigo Urkullu, aseguró el domingo que los contenidos de Loiola serán básicos en la actuación del PNV a partir del próximo 9 de marzo.
Negar la mayor
Preguntado sobre esta cuestión ayer en Radio Euskadi, el portavoz de la Ejecutiva y secretario de Organización del PSE, Rodolfo Ares, dijo no tener «ningún miedo» a que se hagan públicos los hipotéticos acuerdos alcanzados entre la izquierda abertzale, el PNV y su partido en Loiola «porque no hubo ni acuerdos ni preacuerdos» y toda la información difundida hasta la fecha son «versiones de parte interesadas, probablemente también fruto de ese debate que mantienen los radicales abertzales con otros partidos nacionalistas».
«Pero -reiteró- nosotros, no tenemos ninguna preocupación, porque no hubo ningún acuerdo ni preacuerdo y quienes están difundiendo cuestiones de ese diálogo son versiones de parte, interesadas, que nada tienen que ver con lo que allí se planteó como posibilidades de avance».
Según Ares, el diálogo «para poder avanzar sobre acuerdos políticos lo reventó ETA con el atentado de la T-4 de Barajas y también las personas que estaban allí, que decían representar a la izquierda radical, cuando con su silencio, justificación y amparo de las decisiones de ETA mostraron que no tenían ninguna capacidad para hacer política alejados de la violencia».
Esta afirmación resulta llamativa, por cuanto el proceso negociador de Loiola se había cerrado ya sin acuerdo antes del atentado contra la T-4, al negarse PSE y PNV a aceptar las concreciones propuestas por la izquierda abertzale ni ofrecer ninguna otra alternativa que generara mayor consenso. Por lo tanto, el ataque de ETA contra el aeropuerto madrileño no pudo influir en aquel diálogo. Además, las conversaciones entre ETA y el Gobierno y entre la izquierda abertzale y el PSE continuaron después del 30 de diciembre, con encuentros en marzo y, sobre todo, durante el mes de mayo.
Las palabras de ayer de Rodolfo Ares provocaron la reacción del presidente del PP de Bizkaia, Antonio Basagoiti, quien restó credibilidad a lo dicho por el representante del PSOE, ateniéndose a los precedentes existentes sobre la negación de hechos que después se ha sabido que eran ciertos.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, aseguró ayer que al cierre del plazo para la inscripción de partidos que quieran participar en las próximas elecciones a Cortes españolas no ha detectado el despertar de ninguna «sigla durmiente» con la que la izquierda abertzale quisiera sortear la ilegalización de partidos. El ministro, que al parecer permaneció hasta última hora del pasado lunes pendiente de los registros en las juntas electorales provinciales, dio la impresión de respirar tranquilo al poder afirmar que «no hay en este momento ninguna sigla durmiente» que se haya activado en las últimas horas y tampoco «hay ninguna agrupación electoral que permitiera camuflar a la izquierda abertzale que no condena la violencia a la hora de ir a las elecciones». Pérez Rubalcaba puso la apostilla cínica a sus declaraciones al apuntar que responsables de la izquierda abertzale han anunciado la petición del voto blanco o nulo «prefigurando una suspensión» que, según el ministro, ni él mismo se atrevería a hacer «hasta que los tribunales lo hagan».