José Antonio Figueroa | exentrenador de CajaBilbao

Arnaitz GORRITI | BILBO

El baloncesto en Bilbo ha vivido mejores y peores momentos. Pero, sin duda, el mejor hasta la fecha, ha sido la Copa de 1987, cuando CajaBilbao llegó a semifinales a las órdenes de José Antonio Figueroa.

Temporada 1986/87: ¡Debut en la ACB, novenos en liga y semifinalistas en la Copa!

En poco tiempo tuvimos un empujón tremendo. Se notaba en la gente de la calle un seguimiento, una emoción... una ilusión enorme. Hacía mucho tiempo que en Bilbo no había baloncesto y tuvimos un ascenso meteórico e hicimos un buen papel como novatos, con una plantilla, además, que se apañó muy bien con gente aparentemente de segunda fila. Y, aunque nos llamaban «los ricos» por ser «el equipo de la Caja», no lo éramos, ni mucho menos.

Pero en aquella temporada tenían un presupuesto de 45 millones de pesetas -270.000 ¤-. ¡No era un presupuesto bajo!

No, no. Lo único que tenía CajaBilbao es que, de haber habido alguna extralimitación presupuestaria, teníamos a la Caja por detrás. ¿Qué va a cobrar un chico que viene del Clavijo, en Tercera? ¿Qué va a ganar un suplente del suplente, como era Chinche Lafuente?

Yo mismo vine de Ferrol -que estaba clasificado para la Copa Korac- bajando mi ficha y comprando mi carta de libertad. Los únicos que sacaban dinero eran los americanos.

Y ahora llega Iurbentia Bilbao Basket. ¿De forma parecida? Bueno, el campo de adquisición es distinto; ya es toda Europa. Antes fichabas dos americanos -dos extranjeros- y el resto lo llenabas con estatales. Nosotros decidimos contratar a la mayor cantidad posible de vascos. Ahora el problema es justo lo contrario, ¡llenar el cupo de cuatro!

Eso dificultaba poder competir, porque no podías optar a los mejores estatales, sino a gente que quería llegar, o a jugadores de segunda o tercera fila.

Tampoco a los mejores extranjeros, pero se consiguió a Lockhart y a Kopicki.

La ACB estaba detrás de Italia, pero estaba emergiendo. La contratación de extranjeros era un campo en el que tenías que ser el más listo. Si tienes dinero, comprarás lo mejor, claro. Pero, además, tenías que saber lo que querías conseguir.

Todo el mundo optaba a fichar a las grandes figuras mientras que yo siempre he optado por las sorpresas que, de momento, no llaman la atención. Por eso cuando dicen que teníamos a aquellos americanos, respondo: ¡Nadie los quería!.

Logrando además una implicación total con la afición, sobre todo Kopicki.

Para la gente sí. Kopicki siempre tenía una sonrisa, era más agradable, además de ser un gran jugador. Pero el que trabajaba y aportaba unas cosas sin las cuales no hubiésemos conseguido nada fue Lockhart.

Al final, un equipo funciona cuando es un equipo; cuando hay buen ambiente, cuando hay un entrenador que amalgama esa situación, aunque sea un trabajo duro. Cuando falla eso, si alguien dentro de la plantilla origina un cisma, se desmorona.

Por eso apuesto por Iurbentia Bilbao Basket: porque tiene la mejor plantilla; es decir, el equipo más equilibrado, donde todo el mundo trabaja haciendo un esfuerzo común. Por eso es difícil doblegarlo.

Aguarde. Copa de Tenerife. Diciembre de 1986. Ganan al Real Madrid y caen ante Joventut. ¡Es que aquel año le ganamos tres veces al Real Madrid! En la Copa, en La Casilla y en su cancha. CajaBilbao movió los cimientos del Real Madrid aquel año porque ganarle a un grande era mucho más difícil que ahora. Más tarde me llamaron de un pueblo en Catalunya, Vic, para dar una conferencia: «¿Cómo ganarle al Real Madrid?».

Y la «Penya». ¡Es que menudo equipo tenía! Margall, Johnson, Villacampa, Jofresa, Montero nos hizo un partidazo... La cuestión es que ellos vieron el peligro en nosotros y jugaron a muerte. Les ganamos en liga.

Volvamos al presente. ¿Cómo se prepara un partido como el del Axa Barcelona?

Ese partido es clave y está preparado, por supuesto. Sabes que es tu oportunidad y que no hay vuelta atrás. Tienes que luchar ante equipos que tienen la experiencia de jugar muchos partidos entre semana. Si pasa, veo un problema para Bilbao Basket, porque no tiene tanto tiempo para preparar la semifinal.

¿Cómo se llega a la Copa? Con la motivación y un espíritu joven. Hay que llegar con la mente de darle al Barcelona en el morro y con la ideas claras. Personalmente, veo que Iurbentia Bilbao Basket puede hacerlo, ya que cuenta con unas buenas rotaciones y sabe que, si juega en equipo, tiene muchos recursos. Si falla uno, cumplirá otro.

¿Se atreve con un pronóstico?

Mi apuesta es que la final será entre Bilbao Basket y Real Madrid. Los que le han faltado al respeto a Bilbao Basket han mordido el polvo, pero Tau, Joventut, el propio Real Madrid... son vulnerables porque dependen de individualidades. El único que no depende de ninguno, salvo Weis, es Bilbao Basket.