A Inclán le toca rectificar con hechos
El consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, se ha visto obligado a bajar algunos peldaños en su escalada verbal contra los sindicatos mayoritarios de Osakidetza. Tras servirse del insulto gratuito para tratar de presentar como enemigos de los ciudadanos a los representantes elegidos por una parte significativa de los 25.000 trabajadores y trabajadoras de Osakidetza, ayer el consejero anunciaba su disposición a retomar las negociaciones, a reabrir una mesa sectorial que nunca debió romperse para ensayar vías de acuerdos corporativistas y menos de decretazos.
El anuncio que se produce días después de la primera jornada de huelga desarrollada en Osakidetza -ya saben, esa que no tuvo casi seguimiento...- no puede ser saludado sino como una buena noticia, simplemente porque la no existencia de diálogo social en un servicio público de las dimensiones e importancia de Osakidetza es una mala noticia para todos.
Ahora lo que cabe esperar es que el consejero que ayer reprochó a los sindicatos sus movilizaciones en período electoral -lo raro sería que las convocaran en agosto, con los políticos de vacaciones y medio país también- complete esta aparente rectificación de estrategia con hechos concretos. La voluntad de alcanzar acuerdos es una exigencia que no sólo debe dirigirse al otro, sino que debe aplicársela uno mismo.