Afganistán: entre los informes de estrategia militar y las muertes por el frío invernal
El Instituto de Reflexión Estratégica (IISS), con sede en Londres, ha hecho público su «Balance Militar 2008», en el que ofrece una lectura del todo pesimista -se entiende para los intereses de las potencias de Occidente- sobre el curso de las dos operaciones militares -Irak y Afganistán- que han marcado la presidencia de George W. Bush.
El IISS no duda en hablar de un estado «desaparecido» en Afganistán y de vaticinar que el fracaso de la OTAN en la operación lanzada contra los talibanes al calor de los atentados del 11 de Setiembre en Washington y Nueva York «puede alentar la propagación del extremismo islamista». El informe retrata lo que ocurre en dos territorios sometidos al dominio militar extranjero, desde la óptica del análisis geoestratégico, sin bajar al terreno de cómo se traslada al cotidiano de iraquíes y afganos lo que se planifica en los grandes centros de decisión internacional. En ese Afganistán ocupado, en el que la OTAN ha fracasado -¿por no haber bombardeado lo suficiente?- matan las bombas y hasta las bajas temperaturas. En enero no menos de 500 afganos fallecieron al no contar con medios para protegerse del frío invernal.