A falta de confirmación oficial, el presidente de la República italiana, Giorgio Napolitano, procederá hoy a disolver el Parlamento y a convocar elecciones legislativas anticipadas el 13 de abril para cerrar la crisis abierta tras la pérdida de la mayoría en el Senado por parte del primer ministro, Romano Prodi, tras la dimisión del ministro de Justicia, el democristiano Clemente Mastella.

Napolitano recibió ayer a los presidentes de la Cámara de Diputados, Franco Marini -que ha sido el encargado de buscar, en vano, la formación de un Gobierno técnico que permitiera aprobar una reforma de la ley electoral-, y del Senado, Fausto Bertinotti, para exponerles sus intenciones. Ni Marini ni Bertinotti hicieron declaraciones tras reunirse con Napolitano.

La Presidencia de la República explicó que la reunión con Marini y Bertinotti se realizaba al amparo del artículo 88 de la Constitución. Este articulo establece que «el presidente de la República puede, después de consultar con sus presidentes, disolver las cámara o, incluso, una sola de ellas».

De no mediar sorpresas, nunca descartables en la política italiana, el dimisionario primer ministro Romano Prodi acudirá hoy a la mañana a la sede de la Presidencia de la República para ratificar el decreto de disolución de las cámaras, según avanzó ayer la agencia ANSA.

Todos los medios italianos daban ya por hecho ayer la convocatoria anticipada de elecciones. «Ya está. Marini arroja la toalla: el 13 de abril a las urnas», titulaba en su primera página «Il Giornale», un diario de derecha propiedad de la familia de Silvio Berlusconi.

Tras 20 meses de Gobierno de centroizquierda presidido por Prodi, la derecha parte como favorita para ganar las elecciones anticipadas.

Según un sondeo publicado el viernes en la revista «L'Espre-sso», la derecha conseguiría el 58% de los votos frente al 42% del centroizquierda.

La de abril será la quinta ocasión en la que Silvio Berlusconi, de 71 años, se presentará a unas elecciones. El líder de la derecha italiana ha conseguido, por ahora, dos victorias que le condujeron al poder (1994 y 2001) y dos derrotas (1996 y 2006).

Prodi no volverá a competir con Il Cavaliere, ya que el candidato del centroizquierda será Walter Veltroni, de 52 años, alcalde de Roma y líder del nuevo Partito Democratico, que ha nacido de la fusión del centrista Margherita y del socialdemócrata Democratici di Sinistra (DS), uno de los herederos del histórico PCI.

Veltroni avanzó que optará al puesto de primer ministro como cabeza de lista del Partito Democratico, descartando liderar una coalición de centroizquierda, tal y como hizo Prodi en las elecciones de abril de 2006.

La coalición que llevó al poder a Prodi estaba formada por trece partidos, lo que ha provocado una gran inestabilidad. Precisamente, el objetivo de la reforma electoral, que se ve retrasada, era dotar de mayor estabilidad al Gobierno italiano.