Zapatero dice que buscó «reducir la violencia» y hace balance positivo
José Luis Rodríguez Zapatero anunció que aprovecharía la campaña electoral para hacer valoración del proceso de negociación, y poco a poco va desgranando su versión. Ayer admitió que lo abordó con un doble objetivo de «acabar con la violencia terrorista o reducirla al máximo», y en este sentido trazó un balance positivo. El PSOE argumentará en campaña que en esta legislatura ETA ha provocado cuatro víctimas mortales, muchas menos que con el PP.
GARA |
El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha argumentado hasta ahora que su objetivo al iniciar un diálogo con ETA era tratar de poner fin a la lucha armada. Sin embargo, en las últimas semanas no duda en admitir públicamente otro paralelo mucho menor. Así lo explicó ayer en una entrevista a Punto Radio en la que repasó el proceso de negociación: «Adopté un sentimiento de responsabilidad prioritario para acabar con la violencia terrorista o reducirla al máximo». Al hilo de ello, indicó que fue por eso por lo que empleó a la vez «el proceso de diálogo y el proceso de combate».
Paradójicamente, mientras asume y defiende esta actitud -que se plasmó en el incumplimiento estatal de los compromisos y las garantías suscritos por el Gobierno y ETA en 2005- Zapatero no duda en culpar del fracaso a la organización armada vasca por «pretende usar la violencia y negociar a la vez».
Desde esa perspectiva, se declaró satisfecho por el balance, ya que entiende que al final de la legislatura se constata «mayor debilidad de ETA y mayor fortaleza de la democracia».
«Sin expectativas»
El líder del PSOE afirmó en la entrevista radiofónica que se basó en dos criterios que «se han cumplido a rajatabla» y que se corresponden con lo fijado en la resolución del Congreso de mayo de 2005: «Primero; el fin de la violencia no tendrá precio político, y por eso ETA rompió el alto el fuego; segundo, aquéllos que pretendan usar la violencia y negociar a la vez, que sepan que no tendrán la continuidad en ningún proceso de diálogo».
En el momento actual, insistió en que «no hay ninguna expectativa» de reapertura del diálogo y añadió que ETA «ya ha perdido dos oportunidades», sin aclarar si se refería a las conversaciones de Argel protagonizadas por el Gobierno del PSOE en 1988 o a las emprendidas por el Gobierno del PP en 1999.
El PSOE ha fijado claramente su línea de discurso en la afirmación de que «no hay expectativa alguna de diálogo». Esto quedó de manifiesto ayer en la «aclaración» hecha por el dirigente del PSE en Gipuzkoa Miguel Buen. La secuencia fue la siguiente: por la mañana, en un desayuno del denominado Fórum Europa, Buen dijo que «José Luis y los socialistas lo hemos intentado y no sólo no nos arrepentimos de ello, sino que estamos orgullosos, y les puedo asegurar que si se diesen nueva- mente las circunstancias necesarias volveríamos a intentarlo». Horas después, Buen difundía una nota que indicaba que «quiero aclarar que, como he dicho en otras ocasiones, el único camino que le queda a ETA por recorrer es dejar la actividad terrorista (...) En estos momentos no hay ninguna posibilidad para retomar el diálogo para un final dialogado de la violencia. Los radicales abertzales deben elegir entre `bombas y urnas'».
Mediación internacional, sí
Por otro lado, en el repaso hecho en la entrevista radiofónica Zapatero defendió además la implicación de agentes internacionales, pese a que recientemente alegó que retomó los contactos tras Barajas simplemente por sus demandas y sin expectativa alguna de avance. Mariano Rajoy, líder del PP, le reprochó posteriormente que esos emplazamientos internacionales debían haber sido despreciados por Moncloa.
Zapatero rechazó que se tilde a estas iniciativas internacionales de «misteriosas presiones» y apuntó que «en todos los países del mundo donde hay violencia terrorista hay reiterados intentos de organizaciones internacionales, de otros gobiernos, para que se acabe. ¿O es que esto no pasa en Colombia día a día? ¿O es que el Gobierno de España, el de Francia, el de Suiza no están colaborando para que haya allí procesos de diálogo?».
El presidente español explica que, en coherencia con el doble objetivo buscado desde el inicio, utilizó al mismo tiempo «el proceso de diálogo y el de combate». Zapatero, por contra, acusa a ETA de «pretender usar la violencia y negociar a la vez», y lo sitúa como clave del fracaso final.
El PNV «apoya» a las instituciones del Estado español «en todos los esfuerzos» que el Gobierno del PSOE desplega frente a ETA. Con esta contundencia lo afirmó José Luis Rodríguez Zapatero en la entrevista concedida a Punto Radio.
Destacó, en concreto, el grado de colaboración existente entre la Policía española y la Guardia Civil, por un lado, y la Ertzaintza, por otro.
Tras elogiar toda esta colaboración a nivel policial, el secretario general del PSOE apuntó que otra cosa «distinta» de la anterior son «las posiciones políticas que pueda mantener el PNV y lo que eso pueda influir en el debate social que en cierta medida hay en Euskadi, y que tiene ciertas implicaciones con sectores que han venido apoyando la violencia».
En un acto preelectoral en Bilbo, el diputado del PSE Ramón Jáuregui marcó el terreno al PNV. Afirmó que en los términos en que se mueve la propuesta de Juan José Ibarretxe no hay acuerdo posible y mostró su temor de que los jeltzales «establezcan como condición básica de entendimiento en la legislatura española que el Gobierno de España se pliegue a ese plan. Eso hará irrelevante al PNV en la política española», afirmó Jáuregui.