Los últimos tropiezos han confirmado el conocido tópico, todos los partidos son difíciles. Incluyendo el que disputará la Real frente al Poli Ejido, de ahí que el «respeto al rival» sea una de esas premisas de obligado cumplimiento, en opinión de Mikel Aranburu.

Lo cual no quiere decir que los donostiarras tengan que ir a verlas venir. Más bien al contrario, en opinión del capitán, hay que saber «dar un paso al frente. Es algo que hay que mejorar, porque para estar arriba hay que ganar a menudo».

Algo que la Real no ha conseguido en las dos últimas jornadas, pese a lo que los blanquiazules no pierden la confianza. «Estos tropiezos no nos han venido bien, pero sabemos que esto es largo y seguimos cerca».

También se refirió el azpeitiarra a los numerosos fichajes realizados durante el mercado invernal. Tal y como apuntaba una semana atrás, ahora «ya tenemos claro quiénes vamos a estar hasta final de temporada. Tenemos que dejarnos de excusas y distracciones; cada uno ha de lidiar en su parcela, la nuestra es el campo y sabemos que el objetivo es claro».

Aranburu, por otra parte, reconoce que el número de jugadores -veintiséis más Mikel Balenziaga- es elevado, pero «se puede llevar bien».

Aunque sea a base de cambios, como sucedió en el partidillo de la sesión de ayer, en el que, de inicio, no pudieron participar Prieto y el propio Aranburu. Tampoco Elustondo, aunque en este caso porque siguen impidiéndoselo las molestias.