OFENSIVA CONTRA LA IZQUIERDA ABERTZALE
Barrena y Urrutia, a prisión por no renunciar a la política
Cuatro actos políticos, diez ruedas de prensa y trece entrevistas son los elementos esgrimidos por el juez Baltasar Garzón para poner al otro lado de las rejas a Pernando Barrena y Patxi Urrutia. Afirma que con ellos, sobre todo con la charla del sábado en Iruñea, se constata «contumaz rebeldía a cumplir las resoluciones judiciales que les marcaban con claridad los límites». Batasuna replica que «contumacia es la que muestra el PSOE al perseverar en su error».
Ramón SOLA | IRUÑEA
Pernando Barrena y Patxi Urrutia pagan con el ingreso en prisión su «contumaz rebeldía» de transmitir el mensaje de la izquierda abertzale en actos políticos, concentraciones, ruedas de prensa o entrevistas a diferentes medios. Así consta en el auto de encarcelamiento dictado ayer por Baltasar Garzón, que argumenta que han incumplido «las resoluciones judiciales que les afectan y a través de las cuales se les marcaba con claridad cuáles eran los límites de la actuación individual y cómo ese quebranto podría determinar la aplicación de la norma y el reproche penal». La Fiscalía reclamó el ingreso en prisión.
Garzón hace notar que Urrutia fue puesto en libertad con fianza y por motivos de salud el 7 de octubre -tras la redada de Segura- y subraya que «pese a ello ha reiterado conscientemente la acción delictiva».
Acto seguido, esgrime que no cabe achacársele ninguna «arbitrariedad»: «El juez instructor debe actuar, y así lo ha hecho, en el momento en el que ha dispuesto de los indicios racionales suficientes», añade. En concreto, cita diecisiete actos exclusivamente políticos.
Izquierda abertzale y ETA
Se da la circunstancia añadida de que en el transcurso de todos los actos políticos citados en el auto Barrena y Urrutia se han identificado como portavoces de la izquierda abertzale. Y que las citadas iniciativas encajan con claridad en el marco fijado por el propio Garzón el 26 de enero de 2007, y al que él mismo aludió ayer. En aquella fecha expuso que «cualquier imputado, llámese Otegi, Barrena o Permach, o cualquier otro que lo esté en ese procedimiento, pueden participar en cualquier acto con tal de que no esté auspiciado o convocado, directa o indirectamente, por alguna de las organizaciones suspendidas o declaradas ilícitas (...) La izquierda abertzale u otras organizaciones similares no tienen suspendidas sus actividades». Dejó sentado también que «en ningún caso se ha suspendido o prohibido la capacidad de manifestarse o expresarse a las personas que se hallan procesadas, por cuanto ello sería ilegal».
Para superar esta contradicción, el juez trata de vincular a Barrena y Urrutia con ETA afirmando que han asumido «interiorizado» el «esquema» de la organización armada, que Garzón resume en estas palabras: «No hay condiciones para la negociación y por tanto retorna a la violencia».
En paralelo, el juez trata de trazar un hilo conductor con su auto de enero de 2007 incidiendo en que «la izquierda abertzale no es ETA», pero insinuando que Barrena y Urrutia han ejercido, sobre todo en la charla de Iruñea, como representantes de «Batasuna-ETA», a la que el juez imputa una «vocación fagocitadora y depredadora de todo el espectro conocido como izquierda abertzale».
La negociación, el trasfondo
El objetivo y contenido de la dinámica emprendida por la izquierda abertzale para explicar el proceso de negociación es modificado visiblemente por Garzón en su auto. Así, asegura que en la presentación realizada en Donostia el 29 de enero se manifestó que «difundirían los contenidos del proceso de negociación con ETA», cuando realmente lo que dijeron los intervinientes es que explicarían las conversaciones de Loiola, en las que participaron PSOE, PNV y la izquierda abertzale.
Al hilo de ello, resultan significativas también las entresacas hechas por Garzón de cada una de las ruedas de prensa y entrevistas citadas en el auto, ya que no recogen elemento delictivo alguno, sino reflexiones sobre el proceso de negociación. El juez apunta por ejemplo que Barrena dijo en octubre en Radio Euskadi que «se está llevando a cabo una especie de vendetta que tiene relación total con lo ocurrido en el proceso de negociación»; que en un acto en Donostia en diciembre anunció que «la prioridad será llevar la Propuesta de Marco Democrático hasta el último rincón»; o que la charla del Hotel Tres Reyes, Barrena expuso que «en las negociaciones de Loiola entre PNV, PSOE y Batasuna se llegó a formulaciones próximas al derecho a decidir y al reconocimiento de la identidad como nación de Euskal Herria, y cuando se tenían que concretar en un acuerdo el PSOE abandonó las conversaciones».
Batasuna
Batasuna parafraseó a Garzón al valorar que «la mayor expresión de contumacia es la que demuestra el Estado español y el PSOE al perseverar en su error de utilizar las vías represivas contra Euskal Herria. Son ya decenas de años de represión que no han conseguido absolutamente nada, más que alargar el sufrimiento, porque hoy la sociedad vasca está más decidida que nunca a pelear por sus derechos». Añade igualmente que «perseveran también en el mismo error de hace 30 años aquellos que buscan una mera reforma estatutaria», y cita a PNV y a Nafarroa Bai.
Frente a ello, contrapone como vía de solución la Propuesta de Marco Democrático, «asumible por todas las sensibilidades políticas porque deja en manos del pueblo la última palabra sobre la futura relación de Euskal Herria con los estados».
El auto evidencia el control policial de entrevistas, ruedas de prensa y otros actos. Garzón no oculta que la Policía ha identificado «de momento» a 32 personas de las cerca de 300 que participaron en la charla de Iruñea.
Antes de ser enviados a Soto del Real, los dos políticos navarros pudieron ser visitados en los calabozos por sus allegados, que explicaron luego que les habían encontrado «muy animados». Han pasado tres noches en dependencias policiales.
Askatasuna denunció que el Estado va completando «día a día» su plan, de modo que «en Euskal Herria se convierte en el pan de cada día algo que en cualquier estado sería un escándalo político enorme». Auguró más ataques y animó a responder movilizándose.
Los detenidos se negaron a responder a las preguntas del juez de la Audiencia Nacional, pero Patxi Urrutia sí quiso recordarle que la izquierda abertzale ha presentado «una propuesta totalmente democrática» y recibe detenciones como respuesta.
El Pleno del Ayuntamiento de Berriozar acordó ayer exigir la liberación de su vecino Pernando Barrena y reclamar al Estado español que «deje de perseguir a las personas por las ideas que profesan». Sin embargo, no salió adelante el último punto, que planteaba realizar una concentración institucional de cinco minutos mañana en favor del respeto a todos los proyectos, derechos y personas, y con el lema añadido de «Pernando askatu!».
El voto decisivo para frenar esta iniciativa fue el de IUN, que se vio facilitado por la decisión del alcalde, Xabier Lasa, de Nafarroa Bai, de votar la moción punto a punto y no en bloque, como demandaba ANV. Tanto el texto original como la propia convocatoria de pleno extraordinario habían sido consensuados por ANV y NaBai, pero precisaban al menos de la abstención de la edil de IUN para superar a UPN, PSN y CDN.
La sesión mostró el impacto que ha tenido en Berriozar la detención de Barrena, ya que la sala se abarrotó. Al inicio y al final del debate, los vecinos mostraron carteles de «Pernando askatu!», en favor de los derechos civiles y políticos, y en demanda de la independencia.
Fermin Irigoien, en representación de ANV, destacó el trabajo de Barrena en favor de su pueblo -fue primero concejante y luego concejal, además de impulsor del euskara o promotor del carnaval de Berriozar-. Tras recordar que todas sus actividades han sido políticas exclusivamente, situó su detención como la constatación más clara de que «aquí no caben todos los proyectos; la independencia no tiene cabida, señor Sayas», espetó al portavoz de UPN.
Por parte de NaBai, Lasa afirmó que «Pernando Barrena no ha cometido ninguna falta contra los derechos de nadie; podemos pensar que está equivocado o no, pero encarcelarlo por eso es un auténtico despropósito». Recordó además su condición de interlocutor político -que aparecía en uno de los puntos de la moción que no fue aprobado finalmente- para concluir que «con su detención se cierra una ventana más».
Desde IUN, la concejal Laura Jiménez -que había sido emplazada directamente por UPN a frenar la moción- rechazó la Ley de Partidos y los intereses electoralistas que ve tras estos arrestos. Sin embargo, marcó distancias definitivas respecto al punto que abogaba por una solución al conflicto que permita optar entre todos los proyectos, incluido el independentista. Para Jiménez, tal afirmación «puede legitimar incluso el uso de la violencia». Y tampoco aceptó la convocatoria de la concentración institucional.
Los representantes de UPN y PSN salieron en defensa de la detención de Barrena y censuraron la convocatoria de este pleno extraordinario. Sergio Sayas, de UPN, se centró en criticar a Nafarroa Bai por permitirlo y por «confundir al débil con el verdugo. Batasuna es ETA, a ver si se enteran», le dijo al alcalde.
Por parte del PSN, José Antonio Navidad provocó risas del público cuando acusó a Lasa de «entorpecer la labor de la Policía» durante el registro del domicilio de Barrena, cuando el alcalde se limitó a personarse en el lugar. Parte del público respondió también con sorna cuando utilizó la fórmula «nosotros los demócratas» o cuando afirmó que la prueba de que «en democracia hay espacio para las ideas» es que Nafarroa Bai no ha sido ilegalizado pese a no haber colgado la bandera española en el Ayuntamiento de Berriozar.
Por lo que respecta al edil de CDN, Santos Munarriz, argumentó que «no nos posicionaremos hasta que no haya sentencia», pero luego votó en contra del texto planteado.
El resto de los puntos aprobados expresan la denuncia de las condiciones de detención y dan su apoyo a la familia de Barrena.
Al margen de esta sesión plenaria, la única formación política vasca que denunció el encarcelamiento consumado ayer fue Aralar, que consideró que «tanto Barrena como Urrutia son representantes de una sensibilidad política de este país y su ingreso en prisión lo entendemos como una barbaridad judicial y política». La nota añade que el encarcelamiento «le hace un flaco favor a la convivencia. Va en contra de la paz, de la democracia y del diálogo. Es reflejo de poca calidad democrática y deja bien a las claras que es un Estado sin garantías».
50 estudiantes de la UPNA realizaron una concentración de apoyo a los detenidos y mostraron ante el Aulario una pancarta con el lema «Batasuna aurrera, independentzia aurrera». En Baztan protestaron 40 vecinos y 70 lo hicieron en Soraluze.