Todos los corredores, auxiliares y directores del Euskaltel llegan a la recta final de una concentración que ha tenido a Calpe como base de operaciones toda la semana para trabajar de forma conjunta, aunque divididos en tres grupos en función de los objetivos marcados para una temporada que comenzó en Australia para los siete ciclistas que disputaron el Tour Down Under, pero que para la mayoría arranca el domingo en Mallorca.

En Calpe cada día, desde el lunes hasta hoy, todos los corredores desayunan juntos a las nueve y se montan en la bicicleta a las once para comenzar a entrenarse, pero después se dividen en tres grupos para hacer recorridos diferentes. El primero lo forman los corredores que tienen la misión de empezar fuerte la temporada y que será el bloque que correrá desde el domingo en Mallorca con los jóvenes, los tres corredores preparados para liderar al equipo en la parte inicial de la temporada -Bru, Galdos y Velasco, protagonista ayer en la cena al festejarse su cumpleaños-, además de Zubeldia y Txurruka, que intentarán estar con los mejores en París Niza y Tirreno Adriático.

El segundo grupo es el que forman los corredores encargados de llegar bien al Giro, encabezados por Landaluze, Aitor Hernández y Galparsoro y los que quieren estar con los mejores en Vuelta al País Vasco y en Lieja, Astarloza y Antón. Los del tercero han empezado más suave y son los que tienen el Tour como primer objetivo, como Samuel Sánchez o Egoi Martínez y en él también está Fernández de Larrea, que correrá Giro y Vuelta.

Jon Odriozola, uno de los directores del equipo, explica que «Guillermo Cuesta y Josu Larrazabal son los que han definido el trabajo concreto de cada uno. En un grupo tan grande lo importante es que todos sepan cuál es su papel. Hay corredores como Velasco o Bru que desde octubre han empezado a prepararse bien, llevan más kilómetros y es imposible hacer entrenamientos conjuntos porque llevan la preparación mucho más adelantada. Además son los que han ido a Australia, lo que les da un punto extra que da el clima y la competición que han tenido».

El oñatiarra explica que «la planificación empieza cuando termina la temporada anterior. Aunque se entrenen por separado, la concentración nos permite estar todos juntos. Se eligió Calpe cor clima y seguridad. Es una manera de que todo el grupo se junte por una vez, la única en la que vamos a estar juntos hasta final de temporada».

La concentración sirvió para que los corredores se reunieran ayer para conocer las variaciones que implica la obligatoriedad de cumplir con el pasaporte biológico y el sistema Adams, que les obliga a estar localizados siempre para poder ser objeto de controles sorpresa. Cada ciclista de los Pro Tour deberá pasar diez antes del Tour, seis por sorpresa y cuatro generales.

Información de primera mano

El representante de la UCI, Olivier Bañuls, acudió ayer a Calpe para explicarles todo el proceso. Los equipos Pro Tour aportarán 130.000 euros para estas medidas y los continentales con wild car para las grandes deben pasar parte del pasaporte biológico y abonar 60.000 euros.

Jon Odriozola entiende que esto no implicará un cambio en la preparación de los corredores pero «hay que tener muchísimo más cuidado en cualquier aspecto de localización y de tomar cualquier cosa. No sé si es muy digno esto, pero se ha elegido una manera de luchar contra el dopaje y el equipo debe ser muy exigente y el corredor muy precavido y actuar tal como dice la UCI. Esto debe repercutir en tu vida porque estás pendiente de que te van a hacer controles y habrá gente que no lo asimile porque te puede crear ansiedad, pero es la realidad del ciclismo y hay que asumirla».

Pero Jon Odriozola prefiere hablar de los cambios de los objetivos de los ciclistas. «El principal es que Samuel apuesta por hacer el Tour y los Juegos e Igor Antón va a cubrir su vacante en Vuelta al País Vasco y en la Vuelta. Es una apuesta arriesgada y valiente tras un año muy positivo como el pasado. Igor tiene que dar un paso adelante sin olvidar a Txurruka, Alan y Rubén Pérez, que están en una edad interesante con una madurez que hace tener muchas esperanzas en ellos, sobre todo en Amets».

Antes de volver a un Tour que acabó en el podio vestido de blanco por su combatividad, intentará empezar fuerte y liderar al equipo en la Tirreno. Lo mismo se busca con Haimar, que tiene la misión de estar bien en París Niza. Koldo buscará triunfos al sprint en Giro y Vuelta y en el Tour estarán todos los líderes del equipo menos Antón. Algunos como Egoi Martínez repetirán en la Vuelta, prueba en la que también pueden participar Astarloza y Zubeldia en función de cómo acaben el Tour.

Victorias antes de las grandes

Pero Odriozola espera la respuesta de otros corredores en pruebas de menor nivel: «Velasco es un chaval joven que se ha ganado su responsabilidad y ha preparado el inicio de temporada con Aitor Galdos y Jon Bru. Galdos tiene que meterse en los sprints de Mallorca y Andalucía y si lo aprovecha el equipo lo agradecerá. Haimar tiene que empezar mejor y en la Vuelta al País Vasco esperamos mucho de Igor Antón y Mikel Astarloza, que tiene un punto de madurez que adquirió el año pasado al acabar entre los diez primeros el Tour. Es un corredor muy importante y le falta sólo ganar una carrera. Si lo hace será un corredor muy importante y este equipo necesita gente con la que ganar carreras. La actitud del equipo es buena, el nivel también, pero los triunfos marcan el sobresaliente o el aprobado. Es lo que más necesitamos y tenemos corredores rápidos y valientes que con un poco de suerte nos pueden dar lo que necesita el equipo para ir con tranquilidad a las grandes».

Al Giro irán jóvenes como Alan Pérez, Oroz y Agirre junto a corredores con experiencia como Galparsoro, Aitor Hernández y Landaluze para buscar etapas en escapadas y para ayudar a Koldo Fernández de Larrea, del que Odriozola espera un triunfo al sprint: «Es la asignatura pendiente. El año pasado ganó una grandísima etapa en Tirreno, pero al Giro no llegó como debía. Fue un chasco y este año irá a resarcirse, tiene experiencia de correr un Giro y una Vuelta y hay que pedirle ganar una etapa sabiendo de la dificultad».

Claro que los objetivos principales son la Vuelta al País Vasco con Antón y Astarloza y, sobre todo, el Tour: «Hemos hecho la apuesta fuerte al llevar a casi todos los líderes. El año pasado se rozó el sobresaliente con la única pena de no ganar una etapa. Este año la apuesta es más fuerte con la presencia de Samuel y las exigencias son las mismas».