El tardío regreso de Vela -se le espera para mañana- y el hecho de que se está alargando más de lo previsto la recuperación de Monreal de una fuerte contusión en su pierna izquierda obligó a Ziganda a alinear una banda izquierda totalmente nove- dosa respecto a la que últimamente se ha ido viendo.

Corrales y Delporte ocuparon esa parcela del campo en la sesión vespertina celebrada ayer, un tándem que no ha disfrutado de la titularidad desde hace nada menos que cuatro meses. Ambos jugaron juntos por última vez en Liga ante el Levante de la primera vuelta.

El francés, que ya entró en la convocatoria contra el Barcelona, se postuló a lo largo de la semana como candidato a disfrutar de minutos. Así, aseguró que está totalmente recuperado de sus dolencias físicas, además de haberse desvanecido el miedo a recaer en una lesión, un temor que, como reconoció, estuvo presente en los últimos partidos que disputó, ante el Real Madrid y el Mallorca.

Por su parte, la participación de Corrales está más pendiente de lo que pueda ocurrir finalmente con Monreal que de las propias opciones del andaluz. Parece claro que el de Ezkirotz a día de hoy es uno de los intocables en el once, a la vista del nivel que está ofreciendo en los últimos encuentros, y sólo la circunstancia de que no mejore de su lesión puede darle una oportunidad al sevillano.

Son sólo probaturas

De todos modos, estos cambios hay que tomárselos en calidad de probaturas y sólo hasta que llegue el entreno de mañana se podrá ver un equipo más definido. De hecho, durante la sesión del miércoles, Ziganda parecía decidido a colocar a Astudillo en el doble pivote, mientras que ayer ubicó en esos puestos a los habituales Puñal y Javi García.

Así pues, el Cuco probó con Ricardo en la puerta, flanquedao por Azpilikueta, Krutxaga, Josetxo y Corrales, en la línea defensiva. La medular estuvo compuesta por Puñal, Javi García, Juanfran y Delporte, mientras que en ataque, el de Larraintzar optó por colocar dos delanteros, Sola y Dady.

Si se confirmara este último extremo, se regresaría a una dupla atacante después de diez partidos consecutivos en los que Ziganda ha preferido jugar con un único punta. Pero ello también dependerá de cómo se encuentre Plasil, quien entrenó suave junto a Margairaz.

En otro orden de cosas, Julián Rodríguez Santiago, del colegio castellano-leonés, pitará la próxima salida de los rojillos en la que se medirán al Levante. Se trata de uno de los árbitros que menos encuentros han dirigido en la presente temporada -cinco, igual que Megía Dávila- y la pasada campaña arbitró el Barcelona-Osasuna, que finalizó 3-0 a favor de los azulgranas.