Aunque la reciente visita del Racing de Ferrol a Ipurua demostró que el Eibar es un equipo generoso con los rivales en apuros, los azulgranas parecen encontrarse ante una oportunidad inmejorable para prolongar su buena, aunque todavía algo corta, racha.

Tras superar con nota -y, lo más importante, con cuatro puntos-, sus complicados duelos ante dos equipos de la parte alta como Real y Celta, el Eibar se las ve ahora con un rival directo, pese a que la distancia sea mayor que la que le separa de los anteriores. Pero los armeros tienen los pies en el suelo y saben que su referencia pasa por los equipos en puestos de descenso. Es decir, su rival de esta tarde, que precisamente caía en ese abismo el pasado domingo, al completar su 12ª jornada consecutiva sin conocer la victoria.

Un palo especialmente duro para un equipo que partía con la intención de regresar a Primera y, quizá por eso, especialmente indicado para regresar con un resultado positivo. Algo que dependerá de dos factores, en opinión de Javier Mandiola. Para empezar, de lo que haga el propio Eibar que, en opinión de su técnico, debe plantarse en el Nou Estadi con su habitual ambición, pero también «con muchísima humildad. Porque el Nástic está en una mala dinámica, pero sigue siendo un gran equipo. Así que tenemos que ir con humildad. Si además, como en los últimos partido, nos acercamos a nuestra mejor versión, estaremos más cerca».

Como coprotagonista, el Nástic, y el uso que haga de la motivación, o presión, derivada de su situación. «Siempre hay razones para estar motivado y más en este caso. Evidentemente, siempre es mejor enfrentarse a un equipo que está abajo -reconoció Manix-, pero habrá que ver cómo responde a esa presión. Si sale a pelear, a morder, nos costará mucho; si sale a jugar en su estilo, tendremos más posibilidades. Es un tipo de equipo y de juego que se nos suele dar bien, aunque si tienen un día inspirado también nos pueden hacer una faena».

De la misma manera opina Lluis Codina, un jugador que hoy disputará un choque «muy especial», no en vano parte de los seis ascensos que adornan su curriculum los conquistó con el Nástic, incluyendo el que llevó a los catalanes a Primera. «Ya fue especial jugar aquí en la primera vuelta, pero allí lo será más, en el estadio, con la afición...», reconoció.

Lo cual no impide que el jugador, evidentemente, tenga muy claro «qué camiseta defiendo ahora» y qué resultado espera, «la victoria». La fórmula para conseguirla, «luchar, trabajar, correr, concentración al máximo y después, si podemos jugar y estar inspirados, mucho mejor. Pero primero, lo otro».