CAI ZARAGOZA 89

BRUESA GBC  94

Que se entere todo el mundo: sólo el baloncesto brinda la oportunidad de estas remontadas. Al descanso, el Cai Zaragoza ganaba a Bruesa GBC 47-30. Al final del tercer cuarto, los de Laso ganaban 55-63 y, al final del partido, victoria visitante por 89-94. Con todo perdido, los donostiarras decidieron que todo estaba por ganar, y lo lograron. Ahora, con la moral por las nubes, los guipuzcoanos lideran la LEB Oro empatados con el Cai. ¡Esto es BA-LON-CES-TO!

No obstante, el renglón empezó realmente torcido. Pablo Laso apelaba a la intensidad en defensa como clave para la victoria, pero tal intensidad no existió. Phillip y Lescano camparon a sus anchas ante una defensa donostiarra más contemplativa que efectiva.

Así las cosas, pese al fuerte arranque guipuzcoano, con la segunda falta de Hopkins se perdió toda solidez donostiarra y, al final de los diez primeros minutos, el marcador mostraba un preocupante 27-20.

Desde luego que la transición entre cuartos de Bruesa GBC fue de lo peor. Se evitó la pésima salida de Lugo, pero ésta quedó aplazada para el final del primer cuarto y al inicio del segundo. Con un parcial de 23-4, se pasó del 15-18 al 38-22.

Mientras, con el regreso de Hopkins como mejor noticia, los donostiarras enjugaban la diferencia, pasando de un sonrojante 40-22 al 40-30. Un postrero tirón de los locales, parcial de 7-0, dejó el marcador 47-30 al descanso. La bronca de Laso debió ser morrocotuda, porque el resultado fue un revulsivo total.

Ver para creer

Con todo por ganar y con el «de perdidos, al río» como lema, Bruesa GBC salió cambiado en la segunda mitad. Con tensión, presionando las líneas de pase y forzando malos tiros -labor en la que destacó el base Rod Brown-, y, por una vez, jugando como un equipo de verdad, los de Pablo Laso hicieron realidad lo imposible. En un tercer cuarto de ensueño, el cuadro donostiarra endosó un parcial de otro mundo: 8-33.

Para pasmo de propios y extraños, el partido había dado un giro de 540 grados -sí, vuelta y media- y el cuarto definitivo comenzaba con 55-63 favorable a los visitantes en el luminoso.

Los donostiarras estaban lanzados. Con Isaac López y Hopkins de estrellas, el arranque del último cuarto dejó al pabellón Príncipe Felipe -lleno con 10.000 espectadores- atónito.

Pero los de Curro Segura no habían dicho su última palabra. Tantos años rozando la ACB han hecho del cuadro aragonés sufridor por naturaleza. Además, las faltas asolaban a los guipuzcoanos. La tensión y los errores también reclamaron su espacio.

Pero nada podía detener ya a Bruesa GBC. Coliderato, ganando en la cancha del Cai Zaragoza y con semejante remontada... Ojalá los de Laso jugaran siempre así.