El Ejército colombiano mata al portavoz de las FARC, Raúl Reyes
Raúl Reyes, portavoz internacional de las FARC y figura clave en las negociaciones con el Gobierno de Andrés Pastrana, perdió la vida en un bombardeo del Ejército colombiano contra una supuesta base de la guerrilla levantada al otro lado del río Putumayo, en territorio ecuatoriano. Junto a él, fallecieron 16 guerrilleros. El Ejecutivo de Alvaro Uribe se felicitó por este operativo, mientras que el presidente Rafael Correa ordenó la apertura de una investigación.
GARA |
Raúl Reyes, miembro del Secretariado del Estado Mayor Central de las FARC y figura clave en las conversaciones de paz que la guerrilla mantuvo con el Gobierno de Andrés Pastrana desde 1999 a 2002, murió junto a otros 16 guerrilleros en un bombardeo del Ejército.
El ministro de Defensa, Juan Manuel Santos, compareció ante los medios para confirmar el fallecimiento de Reyes y felicitarse por esta operación militar que, según dijo, «ha sido el golpe más contundente que se la ha dado a este grupo terrorista hasta el momento».
En la operación, que empezó el jueves en la zona rural de San Miguel, participaron el Ejército, la Fuerza Aérea y la Policía Nacional de la zona. Santos explicó que en la noche del viernes, la inteligencia colombiana supo que guerrilleros del frente 48 de las FARC se desplazaban hacia un supuesto campamento en Ecuador. El bombardeo sobre esta base -que estaría situada al otro lado del río internacional del Putumayo, a menos de 1.800 metros de la línea fronteriza de Colombia con Ecuador- comenzó hacia las 0.25 (hora local). Según el informe militar, la Fuerza Aérea recibió las coordenadas del lugar y «procedió a atacar el campamento desde el lado colombiano, teniendo siempre en cuenta la orden de no violar el espacio aéreo ecuatoriano». Santos detalló que, tras el bombardeo, ordenaron a los soldados entrar en el país vecino para «asegurar el área y neutralizar al enemigo».
Los cadáveres de Reyes y el resto de guerrilleros fueron trasladados a Colombia y serán expuestos a los medios una vez que lleguen a Puerto Asís. En la operación se detuvo, entre otros, a dos familiares de Reyes.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, anunció la apertura de una investigación. No obstante, confirmó que su homólogo Alvaro Uribe le llamó para informarle de que «en la madrugada de hoy -por ayer- hubo enfrentamientos muy fuertes en la zona del Putumayo. Parece que las FARC incursionaron en territorio ecuatoriano (...) hay que aclarar un poco el incidente», manifestó. «Lamento cualquier pérdida de vida, para mí eso es un gran dolor», agregó.
Siempre con su gorra militar, el ex sindicalista Luis Edgar Devia, alias Raúl Reyes, siguió su «formación ideológica y política» en la Unión Soviética en la década de los 70. En los 80, se convirtió en portavoz internacional de las FARC, papel que desempeñó en Europa, México y Costa Rica, donde en 1997 se reunió con delegados del Gobierno de EEUU. «Me gusta mucho París, he ido cinco veces; realmente lamento no poder viajar a Francia desde que Europa nos colocara en la lista de `organizaciones terroristas'», comentó en una ocasión. El último registro fílmico de él data de setiembre de 2007, cuando recibió en la selva a Piedad Córdoba para hablar del canje humanitario. A finales de noviembre, Uribe canceló la mediación tanto de Córdoba como de Hugo Chávez. Aún así, la guerrilla ha entregado de manera unilateral a seis personas.
Su muerte supuso un jarro de agua fría para los familiares de las personas que siguen en poder de las FARC y, en particular, para los de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.
Incluso el propio presidente francés, Nicolas Sarkozy, subrayó que «estas operaciones aparentemente selectivas, se producen en un momento crucial en el que todo debía hacerse para respaldar la dinámica positiva que se había activado con la liberación unilateral de varios rehenes».
Desde Venezuela, el vicepresidente de la Comisión Política Exterior de la Asamblea Nacional, Carlos Escarrá, calificó de «lamentable esta muerte, que es producto de la intransigencia del Gobierno de Uribe, tutelado por EEUU. Constituye un fuerte golpe para quienes creemos que se debe construir una Latinoamérica distinta».
