Naia del Castillo exhibe su última producción artística en Logroño
La bilbaina Naia del Castillo, que ha participado, entre otras, en muestras colectivas en Londres, Toulousse, Frankfurt, Berlín o Viena, presenta ahora su obra escultórica y fotográfica en la Sala Amós Salvador de Logroño.
GARA | LOGROÑO
«Escultura y fotografía son complementarias en mi obra, aunque si bien antes había un predominio de la primera sobre la segunda, ambas se están ahora nivelando. El objeto me da la atemporalidad y la foto me sirve para darle una carga narrativa», afirmaba Naia Del Castillo (Bilbo, 1975) durante la presentación de esta exposición. La misma recoge fundamentalmente obras de los años 2006 y 2007, aunque también hay piezas que se retrotraen a 2001.
Estudiante de Bellas Artes en Bilbo, becada durante dos años para prorrogar sus estudios en Holanda, máster en Bellas Artes por Chelsea College de arte y diseño de Londres o, más recientemente, residente de la Academia española en Roma, Del Castillo está considerada como «una de las artistas más prometedoras del Estado».
No en vano, la artista fue una de las doce creadoras invitadas por el Museo del Prado para recrear, el pasado año, su relación con los maestros de la pinacoteca madrileña en sus propias salas. «Me hizo mucho ilusión y, a la vez, fue toda una sorpresa. Me encontré como si mi cuerpo hubiese sido trasladado a otra parte y la cosa no fuera conmigo», confiesa Del Castillo, quien ha llevado a Logroño las dos piezas que creó para el Prado.
Se trata de sendas recreaciones de los trabajos renacentistas «Santa Bárbara», de Robert Campin, y «La Anunciación», de Fra Angélico.
Junto a ellas, también pueden verse propuestas aún no vistas de la artista, como «El árbol seco», que consta de dos piezas de mármol rosa.
Otras obras presentes en la muestra son «Tiro con arco», que habla de la expulsión del paraíso y que forma parte de la colección Würth; «El lecho», en la que la artista habla de la dominación absoluta del deseo de poder y de posesión; y tres piezas destacadas de la serie sobre «La seducción».
«Luz desde el interior»
«Éstas últimas son vestidos de mujeres con estructuras metálicas, que emiten luz desde su interior como reclamo de atención», explica Del Castillo, quien ha destacado que las mujeres son uno los asuntos recurrentes de su obra, «porque parto de mí misma y hablo de mí y de lo que me rodea, de mis situaciones y de mis obsesiones».
Entre las mismas destacan su preocupación por el entorno doméstico, el sexo, la soledad, el paso del tiempo o la envidia.
«Intento que mi mensaje quede un poco abierto, aunque siempre desde el punto de vista de la mujer», ha dicho la artista, quien apuesta de manera fundamental por las telas como material de trabajo para construir sus esculturas, aunque eso no le ha hecho descartar otros como el bronce, el látex o el papel, con el que trabaja ahora.