Dentro de la programación del mes del cine solidario, que cuenta con cuatro títulos en soporte digital, le llega el turno al documental «Oro negro». El lema con que se presenta la película, destinado a hacer reflexionar al espectador, es: «Su café nunca más tendrá el mismo sabor». Parece una frase publicitaria, pero tras el enunciado hay una llamada a la concienciación sobre la necesidad del comercio justo.

Los hermanos Francis denuncian los beneficios que en el mercado occidental alcanza la explotación de un producto natural como el café, porque, de los dos dólares aproximados que cuesta una taza en cadenas como Starbucks, a los productores en origen solamente les llegan un par de centavos. Ni los representantes de esa compañía, ni los de otra gran compañía como la Nestlé, aceptaron ser entrevistados para el documental.

La voz que se deja oír corresponde, por tanto, a la parte afectada. Tadesse Meskela es el gerente general de la corporación de granjeros de la región de Oromia, situada al sur y el oeste de Etiopía, donde se cultiva uno de los mejores cafés del mundo. Meskela habla en nombre de quince millones de etíopes que dependen de tan cotizado grano y su lucha consiste en viajar a la metrópoli para eliminar el máximo de intermediarios entre ellos y el consumidor.