Hay fórmulas que se repiten una y otra vez dentro de la industria de Hollywood, siempre y cuando sigan funcionando comercialmente. Arnold Schwarzenegger protagonizó la comedia familiar «Poli de guardería» para romper con su imagen de actor musculoso encasillado en papeles de tipo duro, así que por idéntica razón The Rock deja el cine de acción para ejercer por primera vez de entrañable padrazo. Se viste la camiseta del equipo local de Boston, pues hace de famoso jugador de ese deporte que los norteamericanos llaman fútbol, a pesar de que se practica con un balón ovalado de rugby. Es un solterón juerguista hasta que llama a la puerta de su casa una niña de siete años que dice ser su hija, así que le tocará asumir la paternidad repentinamente descubierta. La cuestión está en comprobar si el gigantón, al que apodan La Roca, resulta gracioso actuando, que en su caso consiste en intentar hacer de persona normal que juega con su niñita. Por extensión, a los espectadores que fueron a verle en «El Rey Escorpión» les toca llevar ahora a sus hijos para descubrir su nueva faceta de papá canguro.