La oposición de Zimbabwe no participará en una posible segunda vuelta electoral de los comicios presidenciales, que reclama el partido del presidente Robert Mugabe, el ZANU-PF, según anunció ayer el secretario general del Movimiento para el Cambio Democrático (MDC), Tendai Biti.

«No participaremos en una segunda vuelta, porque ganamos la primera vuelta con facilidad y no habrá una segunda vuelta», dijo Biti en una rueda de prensa ofrecida en Johanesburgo. «No aceptaremos una segunda vuelta que, para nosotros, sería pisotear la voluntad del pueblo», añadió.

El anuncio de Biti fue realizado en vísperas de que Mugabe y el líder de la oposición, Morgan Tsvangirai se encuentren, el sábado, en la cumbre regional de la Comunidad de Desarrollo del África Austral (SADC) que tendrá lugar en Zambia.

Trece días después de las elecciones generales los resultados de las elecciones presidenciales no se han dado a conocer, pero sí los de las legislativas, en las que el partido en el poder perdió la mayoría que ha ostentado desde hace 28 años en la Cámara de Diputados. El próximo lunes la justicia zimbabua debe pronunciarse sobre la publicación inmediata de los resultados, que la comisión electoral dice no haber terminado la recogida de votos y el escrutinio.

Hace unos días, el ZANU-PF expresó su «certeza» de que sería necesaria una segunda vuelta electoral. «Es cierto que habrá una segunda vuelta. Esta- mos debilitados, pero no fuera de juego», declaró el viernes Didymus Mutasa, dirigente del partido.

Morgan Tsvangirai, por su parte, se proclamó vencedor de la primera vuelta.

Encuentro en Lusaka

Tsvangirai y el presidente Mugabe se encontrarán en sábado en Lusaka, capital de Zambia, en la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la SADC -cuyo presidente, el sudafricano Thabo Mbeki ha sido acusado por la oposición zimbabua de falta de firmeza respecto a Mugabe-, a la que el líder de la oposición de Zimbabwe ha sido invitado formalmente y en la que, según indicó Biti, «participará sin ninguna duda». Mugabe, también estará.

En nombre de la solidaridad regional, los dirigentes africanos siempre han evitado criticar abiertamente el régimen de Mugabe, pese al hundimiento de la economía y las violaciones de derechos humanos.

El MDC les pidió el miércoles que convencieran a Mugabe para una retirada, demanda que fue rechazada por Sudáfrica, que dijo no tener capacidad para pedir a otros presidentes su dimisión.

En declaraciones a la revista «Time», Morgan Tsvangirai acusó al presidente Mugabe de llevar a cabo «un golpe de estado de facto» para permanecer en el poder, ya que el Ejército está «intentando subvertir la voluntad del pueblo».

Señaló que «aunque está resistiendo, ya no controla el parlamento y, finalmente, echaremos a Mugabe, tras lo que consideró que su país irá en «una nueva dirección».

A su juicio, «ya no se trata de los comicios» sino del «traspaso de poder», algo que, auguró, «va a ser difícil» a pesar de que las elecciones han «deslegitimado» al presidente.