Termitas en EB
Antonio ALVAREZ-SOLíS Periodista
Nada tan melancólico como contemplar la extinción de IU, vacía ya de comunismo. ¿Qué queda ya de Izquierda Unida? IU muestra la quilla al aire tras dar la voltereta el viejo barco del PCE, cuyos grifos de fondo fueron abiertos por el eurocomunismo en un escandaloso acto de deslealtad interno. En el dramático panorama social europeo el comunismo roe constantemente el recuerdo de sí mismo. Ha decidido realquilarse en la pensión socialdemócrata. Ésta es quizá la razón de que de vez en vez el PCE, arrebujado en el fingimiento de IU, busque un grito que re-mede energía, que haga del difunto un tigre de papel al servicio de la democracia sonámbula.
El Sr. Llamazares es un personaje perfecto en el casting de la comedia funeral. Pertenece a la generación de las termitas eurocomunistas, que ahora han encontrado una nueva ocasión para morder en la pulpa de Ezker Batua con la pretendida expulsión de los concejales comunistas ciertos que impidieron la moción de censura contra la digna alcaldesa de Arrasate. El Sr. Llamazares ha hecho algo políticamente indigno: suplantar a EB en la decisión de eliminar de IU a esos concejales que respiran aún comunismo. El Sr. Llamazares ha introducido nuevas termitas en el comunismo vasco, pero me pregunto si EB va a aceptar esa destructiva sumisión. EB ha de ser el comunismo vasco. Un comunismo vivo en el duro tránsito hacia la recuperación del partido histórico. Esto no puede entenderlo el Sr. Llamazares porque acampa en la finca del Estado, incapaz de rescatar la misión del comunismo, que hoy ha de significarse por la vivificación de la democracia herida y de la libertad desangrada por la práctica quirúrgica de la ideología dominante con una de las dos etiquetas. El comunismo vasco ha de estar en un EB autodeterminado y ser, ante todo, comunismo. Sr. Llamazares: no se puede, al tiempo, acudir al ballet en San Petersburgo y liquidar la voz de los camaradas de Arrasate, llevándose por delante la dignidad de EB. El pueblo de Arrasate volcó gran parte de sus votos en favor de ANV. El pueblo, Sr. Llamazares; es decir, ese conjunto de ciudadanos que ahora quieren quemar en la hoguera los servidores del altivo monstruo del nuevo Movimiento Nacional.