El preso político vasco Mikel Ibáñez permanece hospitalizado, al menos hasta el próximo lunes, aquejado de lo que pudiera ser una hernia inguinal, tras el empeoramiento que su salud sufrió ayer.

Fue el pasado día 16 de abril cuando, antes de ser trasladado al hospital desde la prisión de Soto del Real, fue atendido en la enfermería por sus dificultades para respirar. Posteriormente, el pasado sábado, sus compañeros de prisión volvieron a trasladarle a la enfermería tras haber perdido el conocimiento. Aquel mismo día, el director del centro se puso en contacto con la familia para señalarles que Mikel Ibáñez había sufrido una bajada de glucosa, razón por la cual había sido ingresado en la UVI. La familia mostró su preocupación, ya que con este nuevo problema de salud el preso debía tomar una veintena de pastillas, en algunos casos contraindicadas.

Empeoramiento

Tras permanecer en vigilan-cia intensiva, el prisionero vasco fue trasladado a planta el miércoles por la tarde. Sin embargo, la familia supo ayer mismo que su estado había vuelto a empeorar y que po-siblemente sufra una hernia inguinal.

Por otra parte, el también preso José Antonio López Ruiz abandonó ayer la huelga de hambre que mantenía desde el pasado 20 de abril, en protesta por la denegación de una visita al dentista. López Ruiz decidió abandonar su protesta una vez que la dirección de Puerto III accediera a que pueda acudir a la consulta de un dentista, tras seis meses de dolores por un problema con un empaste.