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Brian Cowen tendrá que hacer frente al reto del referéndum y a la crisis económica

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El hasta ahora ministro de Finanzas, Brian Cowen, fue nombrado ayer primer ministro irlandés en sustitución de Bertie Ahern, y se enfrenta al doble reto de garantizar la victoria del «sí» en el referéndum de junio sobre el Tratado de Lisboa y de buscar la reactivación económica ante la crisis.

El nombramiento de Cowen, de 48 años, por parte del Dáil (Cámara Baja del Parlamento) no fue una sorpresa, ya que obtuvo los votos de su partido, el Fianna Fáil, y de sus aliados en la coalición gubernamental basada en Los Verdes. La presidenta de la República, Mary McAleese, le designó oficialmente para formar el nuevo Gobierno.

El hasta ahora Tánaiste (viceprimer ministro) había sido designado como sucesor por el Taosieach (primer ministro) dimisionario y posteriormente recibió el apoyo de su partido el pasado 9 de abril.

Una semana antes, Ahern anunció su decisión de poner punto final a un mandato de once años, uno de los más largos de Europa, acosado por las acusaciones de corrupción.

Cowen reconoció, en su primera declaración tras el nombramiento, que su «tarea más urgente y más importante» será la de convencer a los 4,3 millones de electores irlandeses de que voten «sí» en el referéndum sobre el Tratado de Lisboa, que se convocará previsiblemente el 12 de junio.

«Voy a impulsar una campaña para asegurar a los irlandeses que la ratificación de este Tratado beneficia a nuestros intereses», manifestó Cowen ante el Dáil.

Cowen no se enfrenta a un reto menor, ya que las encuestas señalan que sólo el 5% de los irlandeses comprende el tratado que sustituirá al proyecto de Constitución Europea que a su vez fue rechazado por franceses y holandeses.

Otra encuesta publicada también a finales de abril mostraba un retroceso del «sí», que caía hasta el 35%, es decir, ocho puntos menos que dos meses antes, mientras que el 31% de los interrogados tenía claro que iba a votar «no», al tiempo que el número de indecisos se elevaba hasta el 34%.

En 2001, Irlanda ya sorprendió a sus socios europeos rechazando el Tratado de Niza. Este texto fue finalmente aprobado en una segunda votación registrada en 2002.

Entonces, Cowen era el responsable de los asuntos europeos en el Gobierno irlandés, en función de su cargo de ministro de Exteriores. No puede permitirse, por tanto, un segundo fracaso, según destacaban ayer los diarios irlandeses.

A más largo plazo, Cowen necesitará toda su experiencia como ministro de Finanzas, puesto que ocupa desde setiembre de 2004, para volver a despertar una economía que pierde pujanza.

Mientras Ahern llegó al poder en pleno boom económico del llamado Tigre Celta, Cowen va a ver reducido el crecimiento del 5,3% al 2,5%, según el Banco Central irlandés, mientras que la tasa de paro ha llegado al 5,5%, el nivel más alto de los últimos nueve años.

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