Silvio Berlusconi, que tomará posesión hoy como primer ministro italiano, anunció ayer por la noche, sorpresivamente, la composición de su gabinete. Así, Giulio Tremonti se ocupará de la cartera de Economía, mientras que Franco Frattini dirigirá Exteriores.

Umberto Bossi, el líder de la Lega Nord, un partido eurófobo y xenófobo en el que se basó el triunfo de Berlusconi en las legislativas del 13 y el 14 de abril, obtiene, como se esperaba, el puesto de ministro de Reformas.

Otros tres miembros de la Lega Nord, que subió del 3,9% de los votos al 8,3%, han sido nombrados ministros. Son Roberto Maroni en Interior, Luca Zaia en Agricultura y Roberto Calderoli en Simplificación Legislativa.

El ex miembro de la neofascista MSI Ignazio La Russa fue nombrado ministro de Defensa, por lo que tendrá a su cargo a 8.000 soldados destinados en Afganistán, Líbano y los Balcanes.

Berlusconi rompió el protocolo de la política italiana, ya que hizo público su Gobierno un minuto después de que el presidente de la República, Giorgio Napolitano, le encargase que formase un Ejecutivo.

Fruto de ásperas negociaciones con sus aliados, el nuevo equipo de Berlusconi estará formado por doce ministros con cartera y nueve sin ella.

Berlusconi debía conjugar la pujanza de la Lega Nord -y sus correspondientes exigencias- con las demandas de la neofascista Alleanza Nazionale, que está especialmente implantada en el centro y sur del país, es decir, en zonas donde se ve con recelo las aspiraciones autonomistas del norte.

En virtud de una nueva ley adoptada en 2007, el nuevo Gobierno es mucho más reducido que el de Romano Prodi (2006-2008), que batió todos los récords con un total de 103 miembros, de los que 26 eran ministros. El Ejecutivo de Berlusconi cuenta con 99 miembros, entre los que se incluyen cuatro ministras.