Son demasiados obstáculos para la salvación
Natxo MATXIN
Así no se puede. Osasuna no lucha contra sus rivales en igualdad de condiciones y ya se ha convertido en una costumbre averiguar en qué momento del partido un señor de negro decide fastidiarle la tarde a la escuadra navarra y, de paso, mandarle a Segunda División por la vía rápida.
No parece que hayan hecho mucho efecto las quejas que Patxi Izco confirmó había transmitido «a quien corresponde» tras lo sucedido en Valencia. Al revés, parece que ello ha espoleado al estamento arbitral para seguir zarandeando a un club al que no se le puede achacar ni siquiera que sea quejica.
Puede parecer de un tono resignado, pero la realidad es que no se puede luchar contra molinos de viento sin resultar seriamente dañado y Osasuna va camino de entrar, de momento, en la UVI.