Las fuerzas de ocupación admitieron ayer la muerte de dos soldados en un atentado kamikaze en la ciudad afgana de Jalalabad, capital de la provincia de Nangarhar, en la frontera con Pakistán. El ataque también dejó seis personas heridas, cuatro soldados extranjeros y dos civiles.

La llamada Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (Isaf) no precisó la nacionalidad de los fallecidos, pero la mayoría de los soldados desplegados en la provincia de Nangarhar son estadounidenses.

Entretanto, Mohammad Younus, gobernador del distrito de Qalat, en la provincia afgana de Zabul, murió tiroteado en su casa junto a su guardaespaldas por un grupo de hombres armados no identificados, según informó el jefe de la Policía provincial, Jalal Mohammad Yaqub.

Por otra parte, ayer combatientes talibán secuestraron a uno de los miembros de la Comisión Nacional para la Reconciliación (CNR) junto a sus tres acompañantes en la provincia de Wardak, al oeste de Kabul.

Asimismo, fuentes oficiales anunciaron la muerte de «más de cien» talibán en dos días de combates en el distrito de Bakwala, provincia de Farah.