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Segunda Escaso empate en A Malata

Un pasito hacia adelante y dos pasos para atrás

El Alavés, que encajó un gol a balón parado en el primer minuto de juego, mejoró en la segunda mitad pero no lo suficiente y dejó pasar otra buena oportunidad que complica mucho la permanencia

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RACING DE FERROL 1

ALAVES 1

Jon ORMAZABAL | GASTEIZ

No está, ni mucho menos, la situación para bailecitos en el Deportivo Alavés, pero la trayectoria del equipo en las últimas jornadas recuerda demasiado a la de la melodía verbenera que lleva al equipo al abismo. Y es que, como quería Salmerón cuando llegó, el equipo dio ayer el cuarto paso cortito consecutivo pero la secuencia no le va alcanzar para asegurarse la tranquilidad, porque volvió a dejar pasar otro partido que se intuía definitivo y obligatorio.

Siendo como es la salvación una cuestión de fe, los más agnósticos encontraron en la primera mitad razones de peso para aumentar las dudas, mientras que los más incondicionales seguirán creyendo en la mejoría de la segunda, que bien pudo servir para ganar y coger ese impulso necesario. Una mirada objetiva no puede obviar, sin embargo, que la empresa está más lejos que antes de jugar ayer.

A pesar de los ánimos del público, la arenga inicial de Mateo, -reunió a todos los jugadores antes de comenzar en una piña- y todo lo que se había hablado durante toda la semana sobre la transcendencia del choque, el partido no pudo comenzar peor. Y es que, apenas se había cumplido un minuto de juego cuando una jugada a balón parado, otra vez una estrategia, fue nefastamente defendida y tras una gran respuesta de Bernardo a un primer cabezazo, Jonathan aprovechó el segundo rechace para poner por delante al Racing.

El mazazo fue enorme y lo peor fue que no hizo sino reforzar al equipo gallego en su idea de jugar con ocho jugadores por detrás del balón y aprovechar la calidad de Jonathan Pereira por banda derecha. Por contra, el Deportivo Alavés, incapaz de dar amplitud al campo y sin capacidad de generar juego, se estrelló una y otra vez ante la muralla ferrolana.

Los siguientes minutos depararon la habitual dosis de impotencia en la que ni los jugadores ni el banquillo encontraron la forma con la que cambiar la dinámica. Adrián centró algo su posición para jugar con dos puntas, pero la incapacidad seguía siendo manifiesta. Un remate a su propia puerta de Jonathan, que se anticipó a Adrián fue el único bagaje albiazul durante demasiados minutos.

Mientras el Racing seguía creando peligro por mediación de Jonathan Pereira y algún balón a la espalda de la defensa -con algún fuera de juego dudoso-, los albiazules necesitaron 40 minutos para hilvanar una buena jugada en la que Adrián remató desviado por poco.

Mejoría tras el descanso

El necesario cambio se produjo en el descanso, en el que Salmerón varió de sistema con la entrada de Gabri, una sustitución que muchos echaron de menos ante el Sporting, y pasando a jugar un 4-4-2, en el que Mateo regresó al eje de la defensa y Coromina pasó a jugar en el lateral derecho en sustitución de Iñigo Calderón.

Con un esquema más acorde a sus posibilidades, el equipo gasteiztarra hizo su penúltimo ejercicio de fe y los frutos llegaron mucho antes de lo esperado. A los tres minutos de la reanudación, Sergio botó una falta al segundo palo, Adrián remató fantásticamente de cabeza y Coromina, prácticamente sobre la línea de gol, remachó un balón que se colaba.

Aprovechando el impulso de conseguir un gol después de cinco partidos y hacerlo a balón parado, uno de los mayores déficits del equipo, el conjunto de Salmerón tuvo sus mejores minutos sobre el césped de A Malata, pero le faltó disponer de ese delantero centro en racha que le hubiera ahorrado tantos apuros. Y es que, los goles de Aganzo son uno de los factores que más está echando en falta el equipo en esta segunda vuelta y ayer se volvió a comprobar que el madrileño atraviesa un momento de ansiedad que está siendo un duro handicap.

Por mucho que irradie tranquilidad en todas sus declaraciones, Aganzo está obcecado con el gol y ayer marró dos opciones que, con confianza, un delantero de su talla no hubiera marrado. En una pegó al aire en un balón dentro del área y minutos después remató a la red cuando debiera haber esperado a la incorporación de Adrián.

Pasada la efervescencia albiazul, el Racing igualó el partido y, aunque ambos equipos dispusieron de buenas opciones, el marcador no se movió.

Incidentes a la salida de los jugadores de A Malata

Como el equipo, el comportamiento de los aficionados albiazules en Ferrol tuvo dos caras. Así, por un lado, por mucho que hubiera grandes facilidades por parte del club, es de agradecer y alabar que más de 600 seguidores del equipo se desplazaran en un viaje tan incómodo para apoyar al Deportivo Alavés en una cita con tan poco brillo como el desplazamiento a A Malata, con el agravante de que los precedentes no invitaban a pegarse más de 15 horas de autobús y casi dos gaupasas seguidas.

Lo malo llegó al término del partido, cuando los integrantes de la plantilla alavesista tuvieron que esperar más de media hora para acceder al autobús una vez duchados, porque una quincena de aficionados albiazules les estaban esperando fuera para increparles e insultarles.El centrocampista Sergio Rodríguez, que fue uno de los primeros en abandonar el estadio, fue zarandeado y necesitó de ayuda policial para acceder al autobús. Afortunadamente, la cosa no fue a mayores.

Jon ORMAZABAL

Salmerón promete que «este equipo va a pelear hasta el último minuto»

Como no podía ser de otra forma, José María Salmerón prometió que el Alavés no bajará los brazos por mucho que la situación sea límite. «Ahora mismo no tenemos otra que ganar a la Real el domingo y seguir pensando que podemos. Este equipo va a pelear hasta el final. Tenemos que ir partido a partido, intentar ganar a la Real en el derbi y luego jugárnosla en Vigo».

En su análisis del partido, el técnico albiazul se quejó de que el tempranero gol de Charpenet les hizo mucho daño. «Ese gol en el minuto dos nos ha hecho mucho daño a un equipo que se está jugando todo. Incluso se ha podido ver desconfianza con el balón, intranquilidad...En la segunda parte hemos intentado tener fe y actitud para darle la vuelta al marcador. Por méritos creo que debiéramos haberlo hecho pero hemos empatado y es una pena».

Según el entrenador albiazul, por juego y dominio, su equipo fue merecedor a la victoria en la segunda parte.

ORMAZABAL

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