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La Orquesta de Baden-Baden y Freiburg clausura la Quincena

La Quincena Musical de Donostia clausura esta tarde su 69. edición con la segunda actuación de la Orquesta Sinfónica de Baden-Baden y Freiburg, que en esta ocasión abordará un exigente programa en torno a Wagner, Messiaen y Bruckner. La acompañarán el pianista Roger Muraro, uno de los mayores especialistas en Messiaen, y su titular Sylvain Cambreling, uno de los más destacados directores de música contemporánea de la actualidad.

Mikel CHAMIZO | DONOSTIA

Tras algo más de un mes de duración y cien conciertos a sus espaldas, la 69. edición de la Quincena Musical se despide hasta el año que viene con la segunda actuación de la SWR Orquesta Sinfónica de Baden-Baden y Freiburg, que clausurará el festival esta tarde, a las 20:00 horas en el Kursaal.

Si ayer ya ofrecieron un interesante programa vertebrado en torno a Mozart y Messian, protagonizado por el pianista Roger Muraro, la propuesta de hoy es algo diferente: primero, dos fragmentos de «Parsifal» de Wagner, los populares `Preludio al tercer acto' y el `Embrujo de Viernes Santo'; tras Wagner, la SWR volverá a homenajear a Messiaen con su «Colores de la ciudad celeste", nuevamente junto a Muraro; por último, la formación alemana abordará ese gran monumento sinfónico que es la «Sinfonía» nº7 de Anton Bruckner.

Una orquesta `contemporánea'

El conjunto conocido hoy en día como SWR Sinfonieorchester Baden-Baden und Freiburg dio su primer concierto el 1de febrero de 1946, y desde sus inicios hizo especial hincapié en la interpretación de música contemporánea, habiendo estrenado más de 400 obras a lo largo de su historia y trabajado directamente con compositores tan importantes como Stravinsky, que en los 50 dirigió muchas de sus obras con esta orquesta. Su actual director titular, Sylvain Cambreling, es muy conocido por su pasión por la música del siglo XX y contemporánea y también por su acercamiento poco convencional hacia lo tradicional. Al frente de la SWR se ha podido permitir una programación ecléctica y sumamente original. En la última temporada, por ejemplo, han estrenado más de 20 nuevas composiciones. «Es muy importante -reconoce Cambreling-, porque cuando llevas tres, cuatro, cinco años trabajando de este modo, el público llega un momento en que está esperando con expectación conocer cuál será la nueva pieza que escuchará hoy». No obstante, tiene muy claro cuál es la clave para que el público acceda al mundo de la música contemporánea: «la calidad, tanto en la música contemporánea como en la clásica. Cuando te pones a hacer nueva música tienes que hacer muchos, muchos, muchos ensayos. Esa es la clave: ensayos, ensayos, ensayos, tiempo y tiempo; y con esto se llega a enganchar a los músicos y al público en todo el repertorio del mismo modo, sin problema; el público allí realmente acepta y ama esta música».

Cambreling, en su visita a Donostia, va a dirigir hasta tres obras sinfónicas de Oliver Messiaen, todo un tour de foce teniendo en cuenta su considerable dificultad. No obstante, tanto director como orquesta tienen este repertorio bien controlado, pues acaban de terminar una grabación de la integral sinfónica de Messiaen, ya a la venta. Cambreling, además, conoció personalmente a Messiaen, «un ser muy especial y un gran compositor», y posee conocimientos de primera mano sobre algunas de sus obras. Pero, si tiene que quedarse con alguna, elige «Des Canyons aux Etoiles», «la más acabada, la más completa, en la que todo está perfecto».

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