McCain asegura que «el cambio está llegando a Washington»
El candidato republicano a la Casa Blanca, John McCain, se apropió del lema electoral de su rival, Barack Obama, al afirmar, olvidando que es su partido el que gobierna en Washington, que «el cambio está llegando». Recordó que tiene, a diferencia de su adversario, pero también de su candidata a la Vicepresidencia, un largo historial «resolviendo problemas». El duelo electoral entre Obama y McCain está en marcha.
GARA |
«El cambio está llegando», aseguró John McCain al hacer un llamamiento a sus compatriotas a «luchar» con él para «hacer historia», al tiempo que prometió reducir los impuestos y crear millones de empleos con el desarrollo de nuevas fuentes de energía, durante el discurso pronunciado el jueves al aceptar su nominación como candidato republicano a presidente de EEUU.
Con una intervención en la que varias veces empleó la palabra «cambio», caballito de batalla de su rival demócrata Barack Obama, el senador por Arizona, de 72 años, intentó mostrarse como un reformista, y aseveró que gobernará de forma bipartidista y guiará a la nación más allá del «rencor partidista».
Aunque sin la fuerza oratoria de Obama, McCain se esforzó por buscar la unidad en el partido y distanciarse del presidente, George W. Bush, cuya popularidad está cayendo en picado y cuenta con apenas el 30% de respaldo. Sin embargo, aunque no lo mencionó por su nombre, le rindió un homenaje: «Agradezco al presidente de Estados Unidos por guiarnos en esos días oscuros que siguieron al peor ataque en la historia de EEUU», señaló en alusión al 11-S.
Protestas antibélicas
La coronación de McCain como candidato a la elección presidencial del 4 de noviembre se vio deslucida por las protestas antibélicas realizadas en el mismo estadio de hockey sobre hielo Xcel Energy Center, en el que se desarrolló la convención republicana. Hasta en tres ocasiones el senador tuvo que detener su alocución. Las dos primeras, por los gritos de un joven en las alturas del Xcel Energy Center que vestía una camiseta de la agrupación «Veteranos contra la guerra». La tercera la provocó en la parte baja una mujer del pabellón que gritaba consignas y fue retirada por los servicios de seguridad. McCain se mostró especialmente molesto esa última vez. El público reaccionó con abucheos y gritos de «U-S-A». Sólo entonces McCain se salió del guión intentando bromear: «Por favor, no se distraigan con el ruido de fondo».
Ante las 20.000 personas congregadas en el cierre del coreografiado cónclave, el candidato republicano se refirió varias veces a su rival demócrata y señaló que le tiene «respeto y admiración, a pesar de las diferencias», para más adelante marcar las distancias entre sus respectivos programas.
También defendió la elección de a Sarah Palin como compañera de equipo, al señalar que es «la socia correcta» y que tiene «experiencia ejecutiva», en un intento por salir al paso de los reiterados cuestionamientos a posturas de la gobernadora de Alaska. «Estoy orgulloso de haber presentado a nuestra próxima vicepresidenta. Y estoy impaciente de presentarla en Washington. Y déjenme advertir al Washington derrochador, que no hace nada, que dice `yo primero, el país segundo': el cambio está llegando», dijo McCain, al arrebatarle el lema de campaña a Obama entre aplausos.
Indicó que trabaja desde hace décadas en política para resolver problemas, en un intento por diferenciarse con su rival demócrata y líder en las encuestas, al cual los republicanos acusan de no tener experiencia. «Como presidente gobernaré así: extenderé mi mano a cualquiera que me ayude a poner este país en marcha de nuevo. Una y otra vez trabajé con miembros de ambos partidos para solucionar problemas. Así gobernaré como presidente. Tengo el historial y las cicatrices para probarlo. El senador Obama, no», afirmó.
McCain destacó que luchó «por la estrategia y por enviar más tropas a Irak cuando era la cosa más impopular de hacer» y agregó que «lucho por restaurar el orgullo y los principios de nuestro partido», afectados de pérdida de confianza debido a algunos casos de corrupción.
La candidata republicana a la Vicepresidencia de EEUU, Sarah Palin, afirmó que la guerra contra Irak es «un mandato de Dios», en un discurso pronunciado en junio en Wasilla que circuló por internet hasta que fue retirado de YouTube. La gobernadora de Alaska señaló también que es «voluntad de Dios» que se construya un gasoducto de 30.000 millones de dólares en su Estado e instó a sus seguidores a «rezar» para conseguirlo.
«Creo que la voluntad de Dios se tiene que cumplir al unificar a la gente y las compañías para que se construya esa conexión de gas y, por eso, les pido que recen para que ocurra», indicó.
Este discurso en el popular portal cibernético fue conocido un día después que Palin aceptara su nominación como la primera mujer republicana que aspira a la Vicepresidencia, con una encendida intervención que fue seguido por 37 millones de personas por televisión.
Este índice de audiencia es un poco inferior al récord de audiencia impuesto por el aspirante demócrata a la Presidencia, Barack Obama, cuya coronación en la convención de su partido, el jueves pasado, fue seguido por 38 millones de personas.
La agresividad que mostró Palin contra Obama fue considerada por analistas como una estrategia de los republicanos para defender a su candidata, una virtual desconocida hasta hace unas semanas, cuyo pasado y presente fue investigado por los medios, que revelaron no sólo sus posturas de la derecha más retrógada de Palin, sino el embarazo de su hija de 17 años, su militancia independentista en Alaska y que está siendo investigada por presunto abuso de poder.
En política exterior, McCain dijo que no bajará la guardia respecto a Al Qaeda, que no se debe permitir que Irán se dote de armas nucleares y que trabajará por establecer buenos lazos con Rusia, aunque EEUU no puede «cerrar los ojos» ante su «agresión» a Georgia.