Después de 16 años sin elecciones legislativas, los 8,3 millones angoleños acudieron ayer a votar con entusiasmo en una ocasión histórica una vez superado el caos inicial a consecuencia de los importantes fallos organizativos reconocidos por las propias autoridades.

La apertura de los colegios estaba prevista a las 7 de la mañana, pero la mayoría, sobre todo los de Luanda, empezaron a funcionar con más de hora y media de retraso y muchos no consiguieron hacerlo plenamente. No obstante, la jornada electoral para designar a 220 diputados transcurrió sin incidentes. El resultado se conocerá en quince días.

Los observadores internacionales constataron que la población «está votando sin miedo, sin intimidación y con gran participación». De hecho, compararon estas elecciones con las de Sudáfrica de 1994, cuando el pueblo salió en masa para votar a Nelson Mandela.

El principal grupo opositor angoleño, UNITA, pidió la repetición de las elecciones por los retrasos generalizados.