No concede demasiada importancia a la encuesta que le dio como ganador del debate entre los candidatos de EiTB -«yo fui a trasladar ideas para solucionar problemas y esperanza»- y tampoco quiere hablar de sus deseos de ganar las elecciones. Se limita a decir que «yo tengo confianza en la madurez de la sociedad vasca». Niega que estos días de campaña sean de más trabajo que el resto, aunque la agenda esté más cargada. Lo que de aburrido puede tener que el repetir el mismo mensaje una y otra vez aquí y allá se compensa con el hecho de que al menos la lección está aprendida. Y lo demuestra desde el principio. Al preguntarle sobre sus posibles fórmulas de gobierno salta de inmediato a uno de los leit motiv de su campaña: «Hay una fórmula clarísima que es la que deriva de la ilegalización. Tras eso hay un cálculo político que lo que pretende es que el PSE y el PP puedan tener mayoría absoluta en el Parlamento, lo que de otra forma no conseguirían nunca. Y quieren tener mayoría absoluta para tener el control remoto desde Madrid, como ocurrió en Navarra, donde el PSN quería gobernar con NaBai y en Madrid decidieron que gobernara UPN. Eso es lo que en este momento late».

Pero ¿cuál es su apuesta?

El día 2 hablaremos del gobierno. Ahora lo que toca es escuchar a la sociedad, pero es evidente que detrás de la no presencia de la izquierda abertzale en el Parlamento hay un interés por el control político de este país con una mayoría absoluta de PSE y PP.

¿Alguna alternativa tendrán prevista por si esa mayoría absoluta no se da?

Habrá que hablar con los diferentes partidos. Yo ya sé que a vosotros os gusta hablar en hipótesis de cuáles van a ser los próximos gobiernos, pero mi única preocupación es plantear ideas, escuchar a la sociedad y, a partir de ahí, ser consecuente. Pero la maniobra política de calado es que no estando todos los partido políticos en el mercado es la única forma de que PSE y PP tengan mayoría absoluta.

No sólo los periodistas solemos querer adelantar el futuro. Hace cuatro años usted hacía desde antes de las elecciones una apuesta por el tripartito...

Pero yo era el candidato de dos partidos, de la coalición PNV-EA. Por cierto, no tengo nada que reprochar a la Ejecutiva de EA por haber tomado la decisión de ir en solitario. Al revés, para la gente de EA lo único que tengo es agradecimiento por las muestras de apoyo y cariño que me han brindado siempre.

Si la decisión de ilegalizar a la izquierda abertzale altera la composición del Parlamento, ¿no cabía haber hecho algo en defensa de la institución?

Me imagino que se podrían haber hecho un millón de cosas, entre ellas algunas las podía haber hecho la izquierda abertzale. Pero lo cierto es que llegado a este punto, hay un cálculo del PSE y el PP, y a mí me hace gracia que desde la propia izquierda abertzale haya quien traslade que su no presencia beneficia al PNV o que somos lo mismo unos y otros. Eso no es así. En cualquier caso, aunque la izquierda abertzale no esté en el Parlamento sigue siendo un interlocutor necesario para buscar soluciones. Si soy lehendakari, seguiré hablando con ellos.

¿Usted cree que Patxi López es de una galaxia exterior?

Viendo que las juventudes de otro partido había sacado una caricatura mía como Mr. Spock, no precisamente para favorecerme, y como coincidía con carnavales, aprovechamos para darle la vuelta y hacer una parodia. Y nos lo pasamos muy bien. El colmo de los colmos ha sido que el PSE y Patxi López agarraran un cabreo con esas cuestiones. Patxi López, Antonio Basagoiti son líderes políticos vascos, pero permanentemente teledirigidos desde Madrid. Las elecciones del domingo son una disyuntiva clarísima entre que el centro de decisiones esté en Gasteiz o esté en Madrid.

Ese mismo PSE es su principal socio presupuestario y de 43 leyes aprobadas, 35 han sido con su apoyo...

Y de otros partidos también. Hemos pactado leyes con todos los partidos. El tripartito no tenía mayoría absoluta, así que no teníamos más remedio que pactar con unos o con otros.

Y quien va a tener el control remoto desde Madrid si gana el PSE, que será Zapatero, ha contado con el apoyo del PNV para sacar adelante sus presupuestos. Tan malo no será...

En la vida hay que diferenciar planos. El que tú en determinados momentos negocies determinadas leyes, forma parte de la política. Igual que Zapatero discutió sobre temas políticos con ETA y con Batasuna en su momento. A veces en política se producen ese tipo de acuerdos. Nosotros hemos pensado que en estos momentos de crisis, acordar determinadas cuestiones presupuestarias era bueno. A partir de ahí es evidente que tenemos unas diferencias políticas enormes en otros temas.

¿Puede hacer un balance de estos diez años en Ajuria Enea?

Ajuria Enea es una casa complicada donde los minutos de gloria duran diez segundos. O estas en forma y con ganas o mejor que te vayas. La primera vez que me dijeron «te quiero» desde mi partido fue hace diez años. Es casi de récord Guinness que pasados diez años -cuando los partidos políticos somos especialistas en dejar a gente en la cuneta- te llamen y te digan «Juanjo queremos que tú nos lideres de nuevo». Es un motivo para la satisfacción. Pero nunca me hubiera embarcado en esta singladura si no fuera porque tengo ilusión.

¿Y un balance de este tiempo?

Primero que hace diez años éramos el noveno país de la UE en términos de renta y ahora somos los terceros después de Luxemburgo e Irlanda. Tenemos administraciones saneadas, lo que viene bien para combatir la crisis. Y, en segundo lugar, con una visión de autocrítica serena, yo trasladaría el que no hemos sido capaces de alcanzar la paz y hemos tenido dos oportunidades. Es cierto que la culpa es de ETA por volver a matar, pero el resto tenemos que hacer una reflexión sobre esas dos oportunidades en las que no lo hemos conseguido. La enseñanza es que lo imposible no existe. Hay que seguir intentándolo una y mil veces, una y mil veces.

¿Un objetivo político para los próximos cuatro años?

La paz.

¿La fórmula?

El diálogo y no desfallecer. Porque se pueden tener diferencias políticas. Yo creo que poder decidir aquí es poder vivir mejor, pero puedo entender que tengamos diferencias sobre el grado de soberanía o cómo ejercer el derecho a decidir. De hecho esa es una materia que descansa ahora en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Va a ser muy interesante el debate en Europa sobre por qué se nos ha prohibido a los vascos dar nuestra opinión. Pero, bueno, yo puedo entender que tengamos serias diferencias... pero... Jesús... la paz, la paz, Dios santo, necesitamos la paz. Ese es el objetivo más noble, el más importante.

Hace cuatro años llegamos a las elecciones con el rechazo al Nuevo Estatuto político, que quedó descansando en el Parlamento sin que en la legislatura nadie lo haya rescatado. Ahora la consulta está en el Tribunal de Estrasburgo que quizá dentro de ocho años se pronuncie... estamos como siempre esperando algo pero sin poder ejercer el derecho a decidir...

No estamos como siempre, estamos con distintas iniciativas. La sociedad vasca no está parada en la reclamación de sus derechos y creo que tiene más arraigado que nunca que el derecho a decidir además de poder presentar un país al mundo, una cultura, un idioma... le permite, por ejemplo, luchar mejor contra la crisis.

Pero seguimos sin la posibilidad de poder decidir otro marco jurídico-político...

Hay que trabajar, no se puede desfallecer.

¿Qué es el Concierto político?

Trasladar el Concierto Económico al plano político. Es un modelo de pacto político con garantías, que por ejemplo no han existido con el Estatuto de Gernika, que tienen unas partes importantísimas mutiladas como el empleo, la formación ocupacional, de la Seguridad Social... Y el Estatuto no se ha cumplido violando la palabra que se dio al pueblo

¿Qué hacer ante esa violación?

Hay que continuar, no se puede desfallecer. Yo soy un militante en contra del no. He militado toda mi vida a favor del sí.

Pero es que le dicen siempre que no...

Pues habrá que llamar más y más y más veces a la puerta, porque al final se abren ¿eh?.