Dos dirigentes del fabricante de equipos automovilísticos americano Molex permanecen retenidos desde el lunes por trabajadores de la empresa en Villemur-sur-Tarn.

La dirección de Molex anunció en 2008 su intención de cerrar la empresa a mediados de 2009 y de despedir a la mayoría de la plantilla, que cuenta con 283 trabajadores. Tras la noticia del cierre los trabajadores multiplicaron las manifestaciones, con el apoyo de los cargos electos locales y regionales. El comité decidió esta acción para denunciar la voluntad del grupo de desviar la producción hacia otras fábricas, según el sindicato CGT. Reclaman «repatriar el stock desivado a Holanda y aportar 100 millones de euros para indemnizar a la fábrica de Villemur cuyos conocimientos técnicos robaron sin invertir». «No hay que negociar en esta situación de secuestro», contestó uno de los retenidos.