El número total de desplazados debido a la ofensiva lanzada por el Ejército paquistaní contra los insurgentes talibán en el noroeste de Pakistán supera ya los dos millones de personas, según anunció ayer el Alto Comisariado de la ONU para los Refugiados (Acnur).

«Según las últimas cifras, un total de 1.454.377 personas se han registrado [como desplazados internos] desde el 2 de mayo», declaró Acnur en un comunicado.

«Se suman a los 553.916 desplazados internos ya registrados en la Provincia de la Frontera del Noroeste desde agosto de 2008», añadió la agencia de la ONU, «lo que eleva el número total de desplazados internos registrados en la provincia a 2.008.293».

«Esta crisis de desplazados es una de las más dramáticas en una época reciente», consideró el alto comisario de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres.

Las asociaciones de defensa de los derechos humanos ya advirtieron la semana pasada de que el desplazamiento actual de población era el más importante registrado en Pakistán desde la partición con India en 1947.

«Los trabajadores humanitarios se esfuerzan en hacer frente a la magnitud y a la velocidad de este desplazamiento de población», añadió Acnur, que reconoció que «la respuesta nunca es suficiente» ante la gravedad de la situación.

Guterres, de vuelta de una visita de tres días a Pakistán, reiteró sus advertencias sobre «la potencial desestabilización» que puede provocar esta crisis, «si los desplazados y las decenas de miles de familias que les acogen no reciben asistencia rápidamente».

La ONU y el Gobierno de Pakistán deberían realizar esta semana un llamamiento a la comunidad internacional para que desbloqueen los fondos necesarios. Guterres instó a no olvidar las décadas en las que Pakistán se ha mostrado generoso con los refugiados afganos en su territorio.