La pobreza real es menor en los países africanos con mayor libertad política
Los estados africanos que gozan de mayor libertad política, donde ha aumentado la capacidad decisoria de sus ciudadanos, son los mismos que registran menores niveles de pobreza, según un estudio de Afrobarómetro.
GARA |
Durante los últimos ocho años, aquellos países que han atravesado un proceso de democratización, como Zambia o Ghana, registran un acusado descenso en los niveles de pobreza. Por contra, el acceso al agua, comida y cuidados médicos se ve restringido sensiblemente en aquellos países donde la capacidad decisoria de los individuos respecto las decisiones del Gobierno ha experimentado severas restricciones en el acceso a los bienes básicos, siendo los casos más claros los de Zimbabwe o Madagascar, según se constata en el estudio difundido esta semana por el Afrobarómetro.
El estudio, resultado de una encuesta a más de 100.000 africanos a lo largo de cuatro rondas de sondeos realizadas entre 1999 y 2008, establece como medida objetiva la llamada «pobreza vivida», la que se aplica directamente a la vida de los africanos y se determina en función de su acceso real a cinco elementos tangibles e imprescindibles en su vida diaria: comida, agua potable, medicinas, aceite de cocina e ingreso en efectivo. No la capacidad de las personas para adquirirlos, sino la posibilidad de que estos cinco factores no puedan llegar a individuos que podrían adquirirlos por culpa de la incapacidad de los estados para distribuirlos
Dinero en efectivo
Los resultados arrojan un consenso absoluto en todos los países encuestados: el dinero en efectivo es el recurso al que los africanos tienen más difícil acceder, seguido de los cuidados médicos, alimentos, agua potable y aceite de cocina. En términos generales, el estudio indica que poco más de un 20% de los africanos tiene cubiertas sus necesidades básicas todos los días.
Zimbabwe arroja el mayor índice de «pobreza vivida» y sólo un 18% de sus ciudadanos puede alimentarse sin problemas, según la última ronda de encuestas, realizada en 2005.
«En países donde la libertad política ha aumentado, como Zambia o Ghana, los niveles de pobreza han descendido de manera regular. Por otro lado, mientras la libertad política se reducía en Zimbabwe, Senegal y Madagascar, la `pobreza vivida' ha aumentado proporcionalmente», indica el estudio.
No existe, sin embargo, una relación tan clara entre la riqueza de un país y la pobreza de sus habitantes, según el Afrobarómetro. Botswana y Namibia son dos de los cuatro países africanos con una renta per cápita superior a los 1.000 dólares y, sin embargo, un 15% de sus ciudadanos carecen de acceso a dinero en efectivo y más de un 50% de su población se ha encontrado en algún momento incapaz de acceder a alimentos o agua potable. En Ghana, donde la renta per cápita es de 715 dólares al año, las carencias mencionadas afectan al 40% de la población.
Más de un millón de personas se hallan amenazadas por una crisis humanitaria en Bangladesh tras el paso del ciclón «Aila», que afectó a sus regiones meridionales y al Este de India y causó al menos 237 muertes, alertaron ayer varias organizaciones caritativas. La falta de agua potable y las inundaciones diarias por la destrucción de presas auguran una «situación catastrófica», advirtieron.
Los investigadores Robert Mattes y Michael Bratton afirman que la pobreza vivida sigue siendo un fenómeno extendido. «Si bien la mayoría de los países encuestados exhiben cierta reducción de la pobreza vivida, otros no han hecho nada para impedir su crecimiento», afirman.