Semifinales de los play-off
Sean bienvenidos a la República Independiente de Zurbano
Un magnífico Splitter martilleó una y otra vez la endeble defensa de los de Joan Plaza, sacando petróleo de todas sus intervenciones. El jueves jugarán en Madrid el segundo partido.
Koldo AKORDARREMENTERIA | GASTEIZ
Con un ejército bien armado, compuesto por arqueros dispuestos a lanzar desde lejos, y arietes para rematar la faena de cerca, Zurbano está preparando desde los cimientos la defensa del título de la ACB. Este pequeño lugar situado al noreste de Gasteiz y gobernado alternamente por un omnipresente ser llamado Ivanovic, ha sido testigo de las mayores lides baloncestísticas de los últimos tiempos. Un poblado en el que los Reyes provocan alergia, y donde cualquier habitante tiene derecho a participar en los festejos -que en los últimos tiempos no son pocos- que se presenten. Sin embargo ayer primó el efecto del resultado, por encima de las florituras estéticas.
Y es que el Baskonia y el Madrid se juegan esta semana el pase a la final de la ACB. Hasta el descanso, el partido fue un cúmulo de desajustes defensivos y errores en el pase. Una situación que fue aprovechada de manera más efectiva por el Baskonia, que llegó a la mitad del encuentro con 6 puntos de ventaja: 44-38. Plaza, que veía como no conseguían reducir diferencias de ninguna manera, abusó del triple, y vio cómo los baskonistas se escapaban. La hemorragia de los madrileños era importante, y trataron de apretar, jugando con el límite de la rigurosidad arbitral. Así, intercaló defensas 2-3 y 1-3-1 de un modo muy agresivo. Sin embargo, la tirita fue muy pequeña para el torrente ofensivo de los gasteiztarras y el triunfo no se escapó del inaccesible Zurbano.
Dusko Ivanovic sigue siendo ese hombre exigente que nunca queda satisfecho. Y ayer, a pesar de conseguir una victoria relativamente cómoda ante un gran equipo como el Real Madrid, no fue una excepción. El montenegrino habló de «las dos caras del Baskonia. Una en la que dejamos jugar cómodo al rival, y otra en la que apretamos más en defensa y nos hicimos con el control. Tenemos que jugar más con la segunda cara si queremos conseguir objetivos». El entrenador baskonista es consciente de la importancia de la victoria de ayer, pero no quiere ni oir hablar de un tercer partido en Gasteiz. Por ello hizo toda una declaración de intenciones ante la prensa, una hoja de ruta que quiere cumplir sin ninguna condición: «Nos queda un único partido en Madrid, y no una eliminatoria». El montenegrino prepara el partido del próximo jueves en Madrid como un todo o nada, como si en el caso de caer derrotados en Madrid no existiera ninguna opción más para pasar a la siguiente fase. Aunque también hubo lugar para alguna frase esperanzadora y positiva: «Este triunfo nos puede dar cierta confianza». Algo es algo.
K. A
