Paramilitares lealistas inician su desarme para evitar perder sus beneficios económicos
Aún sin confirmación oficial, y cuatro años después de que lo hiciera el IRA, ya se da por hecho que las principales organizaciones paramilitares lealistas, UVF y UDA/RHC, han iniciado el proceso de destrucción de su armamento según los términos del Acuerdo de Viernes Santo. Sin embargo, si en el caso republicano el fin de la campaña armada fue una decisión política, se sospecha que la presión institucional y financiera de Londres y Belfast ha sido esenciales en la decisión lealista.
Soledad GALIANA |
Irlanda sigue esperando la confirmación oficial de que los grupos paramilitares lealistas más importantes han iniciado la destrucción de su armamento. El jefe de la Comisión Internacional Independiente de Decomiso, el general canadiense John de Chastelain, aún no ha hecho ninguna declaración pública con relación a la incautación y destrucción de armas por parte de la UVF, UDA y Comando de la Mano Roja (RHC), pero todo parece indicar que su informe, previsto para el mes de agosto, podría adelantarse para poner fin a cualquier tipo de especulación.
Se cree que De Chastelain se encuentra en Belfast y está manteniendo reuniones con varios líderes lealistas. El representante británico en el norte de Irlanda, Shaun Woodward, afirmó que «si las informaciones se confirman, estaríamos presenciando una transformación seísmica en el seno del lealismo», mientras que el jefe de la policía, Hugh Orde, aseguraba que el decomiso del armamento de los paramilitares lealistas «muestra un nivel de compromiso que no habíamos visto anteriormente».
El decomiso de las armas del IRA, destruidas hace cuatro años, desvió el foco de atención hacia la situación de la UVF y UDA. Ambas organizaciones sintieron la presión no sólo policial sino también institucional. Precisamente fue Woodward quien presentó una nueva legislación que posibilitaría a los grupos lealistas la obtención una amnistía especial a cambio de la entrega de sus armas.
Hasta agosto
Pero el plazo para esta amnistía, que permitía el transporte de armas en caso de decomiso, se agotaba definitivamente el próximo mes de agosto, tal y como reiteró Woodward en su comparecencia ante la Cámara de los Comunes el pasado 3 de junio. El representante británico en el norte de Irlanda ya había ampliado los plazos en enero con el fin de dar más tiempo a las organizaciones lealistas para entablar negociaciones con la Comisión encabezada por John de Chastelain.
«Sigue siendo esencial que los líderes dentro del lealismo que tanto se han esforzado en transformar sus comunidades no se olviden de cuáles son las prioridades. El decomiso importa. Importa que ocurra dentro de los plazos previstos», afirmó el delegado británico.
Representantes políticos y sociales nacionalistas han sido muy críticos por la lentitud con que se avanzaba hacia la destrucción de armas por parte de las organizaciones lealistas, que se han resistido a pesar del establecimiento del Ejecutivo multipartito hace dos años, y los avances que se han producido en el contexto del proceso de paz.
Sin ir más lejos, la ministra norirlandesa de Desarrollo Social, Margaret Ritchie, del SDLP, retiró la financiación a los grupos comunitarios lealistas en respuesta a las actividades criminales y violentas de la UDA. Hasta el pasado mes, cuando un tribunal de Belfast declaró ilegal la actuación de Ritchie, esos presupuestos han estado fuera del alcance de la comunidad. El Gobierno británico también ha amenazado en repetidas ocasiones con cortar la financiación para la reinserción de los miembros de organizaciones paramilitares lealistas si éstas no destruían sus armas.
Ahora convencidos
Curiosamente, aquellos políticos que hace cuatro años -cuando el IRA anunció la destrucción de su armamento- se mostraban más escépticos y dudaban no sólo de la veracidad de la declaración del IRA, sino incluso de la de De Chastelain y su Comisión, exigiendo fotos como evidencia, parecen ser los más convencidos de la veracidad de estas filtraciones sobre la destrucción de armas lealistas. Y ello a pesar de que Dawn Purdis, la líder del PUP, brazo político del UVF, no ha podido o ha querido confirmarlo, aunque si admitido los contactos entre la organización paramilitar y John de Chastelain.
A pesar de ello, el líder del DUP y primer ministro norirlandés, Peter Robinson, explicó que su formación ha pasado los últimos nueve meses negociando con los líderes del UDA y UVF. «El objetivo de esta negociación buscaba ayudar a que estas organizaciones se transformaran de grupos paramilitares a personas que participen totalmente en una Irlanda del Norte pacífica y democrática, donde la violencia y criminalidad sean parte del pasado», declaró Robinson.
Por su parte, el líder del UUP, Reg Empey, afirmó que el decomiso lealista ha sido «algo por lo que hemos trabajado durante los últimos años y muestra el progreso alcanzado en Irlanda del Norte».
El portavoz de seguridad republicano y ministro en el Gobierno de Belfast, Gerry Kelly, explicó que la actuación lealista sería muy bien recibida «si estos informes son ciertos y el UVF ha seguido [al IRA]».