Tres meses y medio ha durado el periplo de Josu Uribe en el banquillo del Eibar. El asturiano anunció ayer que no seguirá al frente del equipo, pese a la sintonía existente con directiva, secretario técnico y jugadores.

De manera un tanto sorprendente -no tanto por su marcha, una posibilidad que parecía haber cobrado fuerza en las últimas jornadas, como por el momento del anuncio-, fue el propio Josu Uribe el que aprovechó su comparecencia ante la prensa previa al partido de esta tarde para confirmar que no estará en Ipurua la próxima temporada. «Comunicaros que no voy a continuar como entrenador del Eibar -adelantó, nada más comunicar la lista de convocados-. Las dos partes hemos llegado a un acuerdo que creo que es mejor para todos y hacerlo oficial. Agradecer al club, porque he estado muy a gusto aquí, muy contento, he sido feliz trabajando aquí. Pero los resultados han hecho daño y aunque creo que el trabajo ha sido bueno y se ha valorado, creo que lo mejor para las dos partes es buscar una alternativa diferente. Es una decisión que hemos tomado las dos partes, con tranquilidad y muy buen rollo, y creo que es lo más correcto».

El entrenador explicó que se trataba de una decisión tomada «con la cabeza». Es decir, es «feliz» en el Eibar, estaba «muy ilusionado» con el proyecto de la próxima temporda, se siente «respaldado» por el club y los jugadores, y está «satisfecho» con el trabajo. Y lo mismo se puede decir de la directiva respecto al técnico. Pero éste reconoció que los resultados pesan y que pueden suponer un lastre importante de cara a la próxima temporada, que debe arrancar con un proyecto ilusionante. Es evidente que la presión de una afición, sorprendida de que se pudiera renovar a un entrenador que no ha conseguido un solo triunfo en sus 14 jornadas en el banquillo, ha tenido mucho que ver.

En este sentido, Uribe explicó que «no lo peor, sino lo único malo han sido los resultados. No el rendimiento del equipo porque el trabajo de los chavales ha sido muy bueno. Pero los resultados no han salido como queríamos, no nos han recompensado el trabajo. No es lo peor, es lo único malo», insistió.

El técnico -por el que se interesa la Ponferradina- también admitió que no le disgustaría regresar a Eibar en un futuro. «Me voy con esa sensación de que algún día se pueda volver. Porque para un profesional, que el club y los jugadores te respeten como aquí, no tiene precio».

La búsqueda de entrenador se convierte así en la prioridad de un Eibar, en cuya agenda parecen destacar los nombres de Iñaki Alonso, Javier Mandiola e Iñigo Lizeranzu.