Juanjo Basterra Periodista
Xabier Irala (BBK) sale de caza a por una caja de saldo
En los últimos cuatro años, Xabier Irala, presidente de BBK hasta este mes, ha variado su estrategia en diferentes ocasiones y por distintos motivos. Aterrizó en la Gran Vía de Bilbo, procedente de la presidencia de Iberia, para sustituir a José Ignacio Berroeta y con el objetivo de acometer la fusión de tres de las cajas vascas: Vital, Kutxa y BBK. Este extremo fue negado por sus más fieles discípulos, pero el tiempo ha mostrado que su fichaje respondió a ese interés, me atrevo decir sin ningún género de dudas que político, del PNV.
Con su discreción y escaso contacto en la escena pública, Irala tejió, junto a sus dos compañeros de viaje, Carlos Etxepare y Gregorio Rojo, el proyecto de fusión. Cuando ya estaba avanzado, al PSE le entró el miedo escénico en Araba y cedió a los intereses del PP. Es cierto. El proyecto dio marcha atrás. Pero el ex presidente de Iberia y vasco universal no se quedó parado. Inició otro proceso, esta vez con Kutxa, ya presidida por Xabier Iturbe. De mantener que la fusión tendría que ser a tres o no sería, pasó a la fusión a dos, más necesaria que nunca para, en el fondo, presionar a Vital. Esta vez el peso de la operación pública la llevó el PNV, que pactó con CCOO, desde la prepotencia y sin contar con todos los apoyos necesarios. Al final, de nuevo, fracasó.
Entonces, herido en su orgullo, Xabier Irala, dijo que BBK emprendería una actuación en solitario. Se olvidó de la fusión de las cajas vascas y dijo que actuaría en solitario. Abrió sucursales en territorio guipuzcoano y decidió abandonar la presidencia de la caja «por cuestiones médicas y personales». A partir de este mes, Mario Fernández estará al frente de la caja vizcaina. Irala anunció esta semana en la Fundación Sabino Arana, en lo que ya parece su despedida, que BBK saldrá a la caza de las entidades en crisis que «se pongan a tiro». Lamentó que no se produjera la fusión porque la nueva caja hubiera resistido mejor la crisis y desveló que no triunfó la unión por intereses partidistas. Se refirió al PSE y al PP, evidentemente, pero se olvidó de los intereses del PNV.
Todavía, casi cinco años después del inicio del proceso, no se ha modificado la Ley de Cajas, que es básico. Así es.