El presidente cubano, Raúl Castro, pidió ayer a sus compatriotas que trabajen aún más sin utilizar como pretexto las dificultades causadas por 47 años de embargo estadounidense. Con un discurso que tuvo como eje la grave crisis económica que sufre la isla, Castro presidió el acto central con el que se conmemoró del 56 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en 1953, acción que desató la lucha armada contra la dictadura de Fulgencio Batista.

Durante su alocución ante alrededor de 200.000 personas reunidas en la Plaza de la Revolución de Holguín, el mandatario cubano aseguró que su pueblo seguirá adelante, con unidad monolítica forjada en el crisol de la lucha bajo la dirección de Fidel Castro. «Por grandes que sean las dificultades y los peligros, seguiremos adelante», afirmó, aunque reconoció que «es un enorme reto» para el desarrollo de Cuba en medio del bloqueo estadounidense y de «muchas otras agresiones»..

Insistió de nuevo en la «imperiosa necesidad de volver a la tierra», tal y como hizo en 2007, cuando más de la mitad de las áreas cultivables de Cuba estaban ociosas. Castro dijo que desde entonces se han entregado 690.000 hectáreas en usufructo a campesinos y organizaciones.

«La tierra está ahí, aquí están los cubanos, veremos si trabajamos o no, si producimos o no... No es cuestión de gritar `patria o muerte', `abajo el imperialismo', `el bloqueo nos golpea'... (mientras) la tierra está ahí, esperando nuestro sudor», exclamó.

En este sentido, subrayó que «es de seguridad nacional producir en el país», porque se gastan «miles de millones de dólares» comprando alimentos al exterior. De hecho, Cuba importa el 80% de los víveres que consumen sus 11,2 millones de habitantes.

Para Castro, «sobra tierra y de buena calidad que no se cultiva», por lo que emplazó a los cubanos a no quedarse tranquilos mientras haya una sola hectárea improductiva.